El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado este miércoles a nueve años y medio de cárcel por cargos de corrupción en el primero de cinco procesos que enfrenta, vinculados a una trama de sobornos, pero sus abogados dicen que se trata de una persecución política.
El ex mandatario seguirá en libertad a la espera de su apelación.
El juez Sergio Moro encontró culpable a Lula de aceptar 3,7 millones de reales en sobornos de la firma de ingeniería OAS SA y que con ese dinero la empresa remodeló un departamento en la playa para el político a cambio de su ayuda para obtener contratos con la estatal Petrobras.