Sigue en aumento el número de niños inmigrantes, expuestos a las bandas del crimen organizado a su paso por México, en busca del sueño americano, lamenta el sacerdote católico Alejandro Solalinde, director del albergue “Hermanos en el Camino” y coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano.
Señala que deben involucrarse en esta problemática, el gobierno, la sociedad y la Iglesia.
“Tienen que juntarse la responsabilidad de ciudadanía, con feligresía, autoridades civiles con autoridades eclesiásticas para hacer un plan humanitario para ellos, ya esta crisis humanitaria la hemos visto ya desde 2014”.
Agrega que en un aseguramiento de indocumentados hace un par de semanas, 58 de 120 eran menores de edad.
