La utilización de robots repartidores de comida sufrió un fuerte revés en la ciudad de San Francisco California una de las urbes en los Estados Unidos destacadas por su apertura a las innovaciones y es que autoridades locales aprobaron un paquete de reformas que restringen de manera sustancial la circulación de robots en las calles y banquetas, confirma el diario británico The Guardian en su portal de internet.
La legislación establece que las empresas solo podrán tener un máximo de tres robos repartidores para usar en toda la ciudad de San Francisco los cuales solo podrán transitar en zonas mayoritariamente industriales donde el paso de peatones es menor y en calles con banquetas de dos metros de ancho, además los vehículos autónomos tendrán que estar acompañados de un humano durante su trayecto.
A pesar de que San Francisco es considerada como una ciudad disruptiva donde las nuevas tecnologías son bien recibidas, el caso de los robots repartidores ha sido diferente ya que algunas organizaciones civiles sobre todo defensoras de los derechos de las personas con discapacidad, han alertado que estas máquinas rodantes autónomas podrían ser peligrosas para invidentes, adultos mayores, personas en silla de ruedas y otros peatones principalmente los niños.
Al parecer la inconformidad de los estadounidenses en esta parte del país es que el uso de robots por empresas de reparto como Marble y Starship genera también una pérdida de empleos además de que los robots transitan en lugares por ejemplo donde están prohibidas las bicicletas o segways los transportadores de dos ruedas que usa la policía y algunos particulares.
