La séptima ronda de renegociación del TLCAN terminó con la amenaza de la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, de que si Estados Unidos impone aranceles al acero y aluminio canadienses, ellos harán lo mismo contra el país socio. Mientras que el representante comercial de EU, Robert Lighthizer, amagó con considerar la vía bilateral en las negociaciones, de no progresar lo trilateral.
En la conferencia de cierre de la séptima ronda del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo en un discurso más mesurado que ellos considerarán la imposición de represalias contra Estados Unidos solamente que se concrete la medida.
Los tres representantes anunciaron que se realizará una ronda intersesional, de cinco semanas de duración, en torno a telecomunicaciones, comercio digital, obstáculos técnicos al comercio, empresas propiedad del Estado, energía y servicios financieros.
La octava ronda de renegociaciones, si bien podría suceder en la primera mitad de abril, aún no tiene fecha específica, por lo que seguirán viendo agendas para definirla.
El representante estadounidense, Robert Lighthizer, declaró que habrá que acelerar el ritmo porque en siete rondas solamente se concretaron seis capítulos, por lo que pidió acelerar los trabajos.
Aunque, advirtió: “El presidente Trump ha dicho nosotros esperamos un final exitoso de estas conversaciones y preferimos la vía trilateral, pero si es imposible, estamos preparados para bases bilaterales”.
El tema del anuncio estadounidense de que habrá aranceles al acero y aluminio de México y Canadá, provocó un fuerte comentario de la canciller canadiense, quien aseveró que esa acción es “inaceptable” y advirtió “vamos a imponer medidas de reciprocidad para defender a los trabajadores”.
Al término de la conferencia trilateral y ya en una plática con medios de comunicación, el mexicano Guajardo se mostró cauto al asegurar que esperarán a que realmente se concrete la medida arancelaria, ya que consideró que “las guerras comerciales no dejan nada bueno a nadie”.
Fuente: El Universal
rrc