El Papa Francisco criticó este viernes a los obispos que “se meten en negocios”, aquellos que siempre están ocupados o andan, en todo momento, “con la valija en la mano”.
Durante el sermón de su misa matutina, que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, llamó a los pastores a no comportarse como “empleados” de la Iglesia, que cumplen su misión “sólo por la paga”.
Precisó que el verdadero obispo es quien “vigila” y “vela” por sus feligreses.