Por: Juvenal.
Estudiantado universitario hace suyo el proyecto de gobierno de Mauricio Sahuí Rivero, tras su brillante exposición en el Foro realizado en el Edificio Central de la UADY, y lo conducen en hombros, triunfante, por el vetusto pórtico de la Máxima Casa de Estudios del Estado.
La imagen es poderosa, de una rareza única en el contexto de la vida pública en nuestro país: un político arropado por jóvenes estudiantes universitarios y cual campeón de una justa deportiva es llevado en hombros, triunfante, hasta las puertas del más emblemático de los edificios universitarios del Estado. Las voces juveniles se unen en coro para vitorearlo: ¡Sahuí! ¡Sahuí! ¡Sahuí!
Mauricio Sahuí Rivero está contento. Y tiene razón. La Universidad Autónoma de Yucatán cuenta en sus filas con un estudiantado crítico y plural, que a lo largo de sus 96 años de existencia protagonizó difíciles capítulos de la vida política de nuestro Estado. En las paredes de su mismo Edificio Central hay vestigios de la lucha estudiantil por defender su independencia de pensamiento.
El respaldo universitario a su candidatura solo se puede entender si consideramos el contexto, los antecedentes universitarios y en el servicio público de quien hoy aspira a gobernar Yucatán y se perfila a esa responsabilidad, puntero en los sondeos especializados.
Hijo de maestros, producto académico de escuelas públicas, pasando por la reconocida Preparatoria Uno y la Facultad de Derecho, ambas de la UADY, Sahuí Rivero destacó en la política estudiantil y llegó a ser integrante del Consejo Universitario, autoridad suprema del Alma Máter, en calidad de Consejero Alumno. Por eso el foro y el espacio estudiantil no le son ajenos; son su materia, su vida misma.
Docente de preparatoria y de licenciatura, el candidato priista al gobierno de Yucatán se forjó en el servicio público desde la infantería y se desarrolló a lo largo del escalafón gubernamental hasta los más importantes cargos en el Poder Legislativo estatal y federal, y también en el Ejecutivo de Yucatán. Solo le falta ser gobernador, y lleva ese rumbo.
“¡Sahuí, bienvenido a casa!”, fue la expresión espontánea de uno de los alumnos que abarrotaron el auditorio “Manuel Cepeda Peraza”, y cientos de voces y de palmas rubricaron la frase con gran júbilo. Atentos, se dispusieron a escuchar la ponencia de Sahuí, a quien sienten suyo: “es de los nuestros”, comentaron jóvenes que escuchaban afuera del recinto, que no tuvo suficiente cupo.
En sesenta minutos de exposición, Mauricio Sahuí Rivero detalló ante la comunidad universitaria sus propuestas en cuanto a educación, salud, economía, transporte, transparencia y combate a la corrupción, todo basado en su proyecto “Yucatán Primero”.
“Quien no es capaz de comprometerse y no explica qué y cómo lo va a hacer, no va a ser capaz de gobernar. Es válida la crítica, pero lo más importante es que construyamos una mejor sociedad”, afirmó.
La UADY sostiene de manera ejemplar el concepto puro de Universidad, y el libre pensamiento de sus integrantes. Por eso Sahuí Rivero manifestó que la comunidad universitaria debe informarse y participar con total libertad en el proceso electoral.
“El gran reto de Yucatán es asumir nuestro propio destino. No es un tema de partidos, ni de personas, se trata del futuro del estado”, sentenció.
La respuesta no se hizo esperar. Los universitarios aprobaron y ovacionaron estruendosamente las propuestas del político priista y después de bajar las escalinatas que han sido testigos del quehacer político yucateco, lo cargaron en hombros y en espontánea adhesión a su proyecto, corearon su nombre a la par que el de la Máxima Casa de Estudios, mientras traspasaban el umbral del pórtico de Gottdiener.
El estudiantado habló, se manifestó. Mauricio Sahuí Rivero ha hecho historia al lograr lo que para muchos en el país es impensable: conjuntar el ímpetu juvenil universitario con un proyecto de gobierno que, con ese empuje, augura buenos, mejores tiempos para Yucatán.
