La Secretaría de la Defensa Nacional importó cuatro ametralladoras y 56 fusiles alemanes que armaron, hasta 2015, a la Policía de Iguala, revelan organizaciones civiles.
Además, denuncian que tres de esos fusiles fueron disparados en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando desaparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa.
Las leyes alemanas impedían a los fabricantes vender armas que terminaran en Guerrero, Chihuahua, Jalisco y Chiapas por considerarlas zonas conflictivas.
