El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo una peculiar cita laboral este miércoles, al de reunirse con la polémica socialité Kim Kardashian en la Casa Blanca.
La estrella de ‘reality shows’ de televisión llegó a la Casa Blanca para conversaciones sobre la ‘reforma carcelaria’, según afirmaron funcionarios de la presidencia estadounidense.
Kim Kardashian estuvo esta vez sin las cámaras que la acompañan a donde quiera que va, ella vistió un traje de color negro, según se aprecia en la foto.
Se esperaba que la mujer de 37 años se reuniera con el asesor Jared Kushner, quien encabezó los vacilantes esfuerzos de la Casa Blanca por la reforma de la justicia penal.
Kardashian, conocida por su presencia en la televisión, ha pedido la liberación de Alice Marie Johnson, una mujer de 62 años que ha estado en prisión durante más de dos décadas por un delito no violento relacionado con las drogas.
La estrella de televisión se enteró del caso en 2017 gracias al sitio web MIC, y desde entonces ha dicho que luchará hasta que esta mujer salga de la cárcel.
La liberalización de las sanciones penales para este tipo de delitos había sido una prioridad para la administración del presidente demócrata Barack Obama, pero no logró obtener el apoyo del Congreso
El gobierno de su sucesor, el republicano Donald Trump, ha optado en cambio por un endurecimiento de las sanciones penales.
Tras la reunión entre Kim y Trump, el presidente de Estados Unidos dijo en su cuenta de Twitter que fue una gran reunión.