La Oficina de Derechos Humanos de la ONU pidió al presidente, Donald Trump, que “detenga” su política de separar a niños migrantes de sus padres.
ONU reprochó a Washington su política de “tolerancia cero”, en la que algunas familias han sido separadas tras cruzar la frontera.
La práctica de separar familias supone una interferencia arbitraria e ilícita en la vida familiar y en los derechos de las personas.