Estados Unidos ha abandonado por el momento la política de “tolerancia cero” hacia las familias inmigrantes detenidas al cruzar la frontera.
El comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAleenan, declaró que dejó de enviar a los fiscales los casos de padres acusados de ingresar ilegalmente desde la semana pasada, como lo ordenó el presidente, Donald Trump.
El funcionario insiste en que la política del gobierno continúa vigente, pero no se pueden enviar casos a juicio porque los padres no pueden ser separados de sus hijos.
