Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU condenaron de manera enérgica la escala de violencia en Nicaragua, donde la crisis política que comenzó con protestas en abril pasado ya ha dejado 350 muertos y más de 2 mil heridos.
Exigieron el cese a la violencia y la realización de elecciones anticipadas.
Ayer se registró un nuevo brote de violencia en la ciudad de Masaya con saldo de cuatro fallecidos.