A PULSO DE TINTA
GABRIEL AVILÉS
¿DÓNDE QUEDO EL FOMENTO A LA LECTURA EN YUCATÁN?
Durante el sexenio gubernamental a punto de finalizar de Rolando Zapata Bello, la cultura y el arte en Yucatán tuvo grandes aciertos y algunos olvidos; una de esas omisiones fue el fomento a la lectura, apoyar al cien por ciento a las salas de lectura, al proyecto de Paralibros, las ediciones fueron contadas y los encuentros de escritores pasaron desapercibidos pese a los esfuerzos realizados de manera fehaciente por parte del departamento de Fomento Literario de la Secretaría de la Cultura y las Artes (SEDECULTA).
Sin embargo, se debe reconocer el trabajo que se realizó para emprender ambiciosos proyectos como La Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY), impulsada principalmente por la Universidad Autónoma de Yucatán en coordinación con otras instituciones desde hace algunos años, así como sus Congresos Literarios que unió a literatos de diversas partes de México, las Noches de Poesía organizadas por la Alianza Francesa y las presentaciones literarias que se han realizado en la Biblioteca Pública Manuel Cepeda Peraza ya sea con artistas locales o de otros estados fueron un aire fresco para la literatura peninsular. Asimismo, reconozco la labor editorial también bastante pobre del Ayuntamiento de Mérida, ejemplo de lo anterior fue el libro Cuento de las Esquinas del maestro Jorge Alvarez Rendón
Por otra parte, muy pocos medios de comunicación ya sea electrónicos o impresos limitaron sus espacios a los escritores y los suplementos culturales han ido desapareciendo y los que todavía existen sólo dan la oportunidad a las mismas personas, convirtiendo a la literatura en un nicho elitista.
En tanto las publicaciones realizadas por autores independientes no recuperaron sus altos costos debido a la poca promoción, por lo anterior, la mayoría de los ejemplares quedaron arrumbados entre cajas; asimismo, los promotores literarios propusieron alternativas como encuentros o la creación de recintos como el extinto Macondo que servían para dar a conocer el proceso literario de los autores, desafortunadamente, casi siempre iban personas pertenecientes al mismo gremio.
En la actualidad es más fácil leer por medio de las redes sociales que comprar un libro debido a los altos precios de éstos, por otra parte, la velocidad con la que se vive el día a día hace más complicado crear nuevos lectores.
Lo anterior nos ha llevado a ocupar de acuerdo a la UNESCO el penúltimo lugar de las países que tienen el hábito de la lectura, pese a estas cifras, Yucatán está por encima de la media de lectores en México, en consecuencia, considero que con los proyectos ya en función como las Salas de Lectura, el proyecto Paralibros, el cual es llevar los libros a la calle a través de una biblioteca que es un paradero de autobús ubicados en parques o lugares donde pasan de manera frecuente diversos públicos y realizar actividades que fomenten el gusto por los libros, teniendo como mediador o consejero a una persona conocedora y profesional, dándole un sueldo adecuado y las herramientas necesarias para hacer actividades interactivas.
Las Salas de Lectura están un poco escondidas y rezagadas pero existen, por lo tanto, dar una mayor proyección y un presupuesto que sirva para hacer crecer el acervo de textos yde los mediadores de lectura; en cuanto a las bibliotecas públicas organizar actividades alternas a la lectura y volverlas recintos más abiertos ofreciendo sus espacios a otras disciplinas como el teatro, la danza, la pintura, entre otras.
Respecto a la labor editorial se puede conjuntar el esfuerzo de las instituciones gubernamentales con el sector empresarial, obvio, ofreciendo planes estratégicos para recuperar su inversión.
Para finalizar, creo que los cimientos ya están bien establecidos, confío que los gobiernos entrantes en Yucatán tanto estatal y municipal, no los relegue o los nulifique sino que les dé una continuidad y mejoren estos programas que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y educación de esta sociedad que tanto lo requiere.