El Papa Francisco reconoció que la Iglesia Católica fracasó en prevenir los abusos sexuales contra menores y no actuó a tiempo.
En un texto difundido por El Vaticano, el Pontífice condenó los abusos sexuales cometidos en Pennsylvania, Estados Unidos, contra mil niños por 300 sacerdotes.
Precisó que si bien la mayoría de los casos corresponden a muchos años atrás, las heridas causadas nunca desaparecen y eso obliga a la Iglesia a condenar estas atrocidades.