Francia y Google se enfrentan en el tribunal por una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de 2014 que estimó que los usuarios de los motores de búsqueda, y en particular los de Google, podían exigir el derecho al olvido bajo ciertas condiciones, es decir la supresión de datos personales recopilados y conservados en sus servidores.
Google se opone a la decisión, aunque se conformó a la legislación borrando las referencias de su motor de búsqueda en Europa, como por ejemplo en Google.fr o Google.de, cuando se lo solicitan, pero no procede a esta operación en referencias registradas en su motor de búsqueda Google.com.
El regulador francés de protección de datos personales, la Comisión Nacional de la Informática y de las Libertades (CNIL), denunció esta distinción y dijo que la empresa debe proceder a borrar las referencias en todos sus motores de búsqueda, sin importar los dominios nacionales.
El gigante estadounidense Google argumentó ante las justicia europea que de aplicarse la legislación europea a nivel global, como lo reclama Francia, sobre el “derecho al olvido” se amenaza la libertad de expresión.
“El tribunal está escuchando una gran cantidad de testimonios, lo que es muy poco habitual en un caso como este”, indicó una fuente del TJUE de Luxemburgo que pidió el anonimato.
En 2016 la CNIL multó a Google con cien mil euros por no acogerse a esto y Google apeló el caso en Francia. La justicia francesa pidió entonces al TJUE que clarifique el alcance de la legislación europea.