Editorial

A PULSO DE TINTA – LOS CUATRO ASES DE LA GENERACIÓN BEAT

A PULSO DE TINTA

LOS CUATRO ASES DE LA GENERACIÓN BEAT

 

GABRIEL AVILÉS

presagiodemar@gmail.com

 

a Gloria Chávez Vázquez.

El término “beat” tiene tres significados en su connotación literaria: el primero hilvana conceptos como fracaso, cansancio, perdición; en segundo plano, representa la beatitud y su última concepción remita a la idea de lo acabado y completo; sin embargo, estas connotaciones se unifican, gracias a la generación más importante de la literatura estadounidense del siglo XX, la “beat”.

Esta corriente literaria es representada por cuatro hombres que sucumbieron al encanto de la poesía y narrativa conjugadas con droga, sexo, alcohol, jazz en las calles de Nueva York y San Francisco; los nombres de esos talentos decadentes: Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Neal Cassady y Wiliam Burroughs.

El principal representante de los beats fue Allen Ginsberg (1926-1997), pues, su poema Aullido representa la ideología de estos creadores- Sus libros más representativos son: Responso (1961), Sandwiches verdaderos (1963), Noticias del planeta (1968), La caída de América (1972) y Suspiros mentales (1977).

Jack Kerouac (1922-1969) con On the roads (En el camino, 1951) representa la novela beat por excelencia, en este título se maneja todas las cuestiones morales y espirituales de su generación; publicada en 1957 obtiene el reconocimiento de la crítica y posteriormente da a conocer: Los vagabundos del dharma (1958), novela más personal que aborda el desarrollo personal a través de la filosofía budista, entre otras. A la vez escribió un excelente poemario, México city and blues (1959) donde combina los sonidos del jazz con el ritmo de las palabras. Kerouac escribe respecto a este género musical: “El jazz se suicidó/ pero no dejó suicidarse a la poesía…/

Neal Cassady (1926-1968) fue el único miembro de la generación que nunca publicó, sin embargo, sin él, no hubiera existido este grupo de intelectuales ya que su influencia en Kerouac y Ginsberg determinó parte del estilo de los antes mencionados. Cassady tuvo una intensa relación epistolar con Allen Ginsberg, la cual se puede apreciar en su autobiografía póstuma, El primer pájaro.

Para finalizar transcribo un fragmento del texto poético que más representa a este conjunto de nocivos hombres pero talentosos versificadores y narradores: Aullido de Ginsberg.

A continuación el texto:

“He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, histéricos famélicos muertos de hambre arrastrándose por las calles, negros al amanecer buscando una dosis furiosa, cabezas de ángel abrasadas por la antigua conexión celestial al dínamo estrellado de la maquinaria de la noche, quienes pobres y andrajosos y con ojos cavernosos y altos se levantaron fumando en la oscuridad sobrenatural de los departamentos con agua fría flotando a través de las alturas de las ciudades contemplando el jazz.

Quienes expusieron sus cerebros al Cielo, bajo Él y vieron ángeles mahometanos tambaleándose en los techos de apartamentos iluminados.

Quienes pasaron por las universidades con ojos radiantes y frescos alucinando con Arkansas y la tragedia luminosa de Blake entre los estudiantes de la guerra.

Quienes fueron expulsados de las academias por locos por publicar odas obscenas en las ventanas del cráneo.

Quienes se encogieron sin afeitar y en ropa interior, quemando su dinero en papeleras y escuchando el Terror a través de las paredes”.

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