La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) culpó al Estado por la violencia en México, al no garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Su presidenta Margarette May Macaulay, urgió a que el Gobierno Mexicano trabaje de forma honesta para hacer las reparaciones necesarias en materia de derechos humanos y mejorar la situación de violencia.