Editorial

Bienestar para Mujeres en Retiro – Respiro bien, vivo mejor

Bienestar para Mujeres en Retiro

Respiro bien, vivo mejor

Lourdes Cabrera Ruiz

 

Algunas prácticas de autocuidado en materia de salud resultan maravillosas. En diversos continentes la memoria cultural preservada por generaciones nos permite observar la importancia que se le da a la temperatura del cuerpo, a la hora del día, a la respiración. Los cuidados que padres a hijos transmiten con base en la experiencia de los efectos es una práctica que ha recobrado interés en la sociedad, especialmente porque obedecen a cierta lógica y no son complicadas ni costosas.

En algunas culturas se reconoce y propicia una interconexión entre las dimensiones física, emocional y mental, y se explica cómo están, a su vez, vinculadas con el entorno del individuo. La respiración profunda no sólo pone a funcionar plenamente los pulmones, sino que mejora los procesos sinápticos y sirve para regular los latidos del corazón, además de impulsar la dispersión de oxígeno, por medio de la sangre, para llevarlo hasta los confines del organismo.

Se reconoce fácilmente el vínculo entre el plano físico y el emocional, pues tan sólo para suspirar se requiere de una carga adicional de aire, pero ¿cuánto beneficiaría a la calidad de nuestros pensamientos el hecho de sostener regularmente una rutina de respiración profunda? ¿La dimensión intelectual estaría influida por nuestra forma de respirar? ¿Acaso siempre hemos considerado que el fenómeno opera a la inversa, es decir, que nuestros pensamientos son los que controlan el ritmo y la capacidad respiratoria? ¿Alguien ha dicho que se influyen mutuamente? Por último, pero no menos importante, ¿cómo nuestra forma de respirar podría ir modelando nuestra forma de ver el mundo, así como nuestras costumbres y comportamientos?, ¿habría forma de saber si respirar bien nos ayudaría a vivir mejor, y quizá, por ende, a convivir mejor?

Gimnasia psico-física: reintegrando cuerpo, emociones, pensamientos

Quiero cultivar mi salud de manera integral. ¿Cómo puedo empezar? Desde esta mirada, el autocuidado en general y los métodos para mantener o fortalecer el bienestar establecen una coordinación entre dimensiones, a través de una gimnasia que las ponga en movimiento al ritmo de una respiración profunda.

Existen diversos tipos de gimnasias y una que es recomendada por tomar en cuenta lo anteriormente expuesto es la denominada psico-física, cuya práctica incluye tres series que permitirán acondicionar el cuerpo y la mente a una disciplina ampliamente reconocida, la hata-yoga.

Como consta en decenas de miles de fuentes académicas, los efectos positivos del yoga en general, se derivan principalmente de la respiración profunda, la relajación y la meditación, así como de ciertas posturas que contribuyen a masajear órganos o glándulas y a mejorar la circulación y la distribución del oxígeno por todo el cuerpo. Algunas de estas posturas son practicadas en la gimnasia.

Por tanto, esta gimnasia es recomendada tanto para quienes acostumbran ejercitarse como para aquellas personas que no han tenido experiencias de activación física o que requieren disciplinas de bajo impacto. Incluso aquellas que estén convalecientes podrían comenzar con algunos de los movimientos, siempre y cuando los realicen correcta y progresivamente, con seguridad y prudencia.

En el Club Cultiva Mente invitamos a practicarla en un taller dirigido a mujeres que integra otras actividades para fortalecer sus efectos: juegos de mesa, desayuno saludable y buena charla. Es un ambiente cordial, de respeto y buen humor, en el que cada persona avanzará a su ritmo. Mayores informes por WApp al 9991926808.

 

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