“Jacuzzis” de lodo, paletas de frutas, forraje o carne, refrescantes baños con aspersores y mucha agua en sus bebederos son algunas de las opciones que veterinarios y especialistas del Parque Zoológico Bicentenario Animaya ponen todos los días al alcance de los animales para mitigar los efectos del intenso calor.
Este trabajo que se realiza en las distintas praderas del área del safari y también incluye el jardín de Epífitas, donde loros y guacamayas que vuelan libres en él son “refrescados” durante varias horas al día por los aspersores de riego; incluso, los visitantes pueden disfrutar de este ambiente de “lluvia” para contrarrestar el calor durante su recorrido.
La Biól. Claudia Ham Vega, coordinadora del área técnica de Animaya, explicó que el enriquecimiento animal que reciben las especies de este zoológico responde precisamente a las necesidades de cada una de ellas.
Citó como ejemplo la distribución de paletas de frutas que son la delicia de los monos araña, pues al colgarlas en los árboles esta actividad los motiva a ser creativos para disfrutarlas. Igualmente reciben paletas los felinos, quienes se refrescan y juegan con las paletas de carne.
—Hay otros ejemplares que requieren de otros estímulos más valiosos y acordes a su biología y hábitos, como es el caso de Nando el tapir, que prefiere refrescarse en su pileta de agua; así como algunos otros de la pradera euroasiática que se sumergen en sus “jacuzzis” de lodo o loderas, como los búfalos de agua, los ciervos rojos y los borregos de berberia. También disfrutan de esta actividad, las llamas y los flamencos de la pradera americana.
—Otros, como el capibara, prefieren echarse un chapuzón en el lago para combatir los efectos del calor —añadió.
Agregó que los avestruces, ñus, jirafas y cebras de la pradera africana disfrutan de refrescarse con los aspersores.
Destacó que además de mantener el sistema de riego encendido en horas de calor intenso, de rellenar sus bebederos bajo techo con agua fresca y limpia, se trabaja constantemente por mejorar el hábitat, no sólo para los animales sino para los visitantes en general.
Por otra parte, el subdirector de Servicios Generales de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, Arturo Antuña Silveira, declaró que el trabajo del zoológico está avalado por la SEMARNAT y la PROFEPA, que realizan que inspecciones periódicas para verificar los procesos y el cumplimiento de las condiciones de trato digno y respetuoso hacia la fauna, así también el que todos los programas se realicen en estricto apego a la normatividad vigente.
Indicó que por ese profesionalismo el Zoológico Animaya cuenta con el registro de UMA (Unidad de manejo y Conservación de la Vida Silvestre) ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) desde el año de 2011.
—Estos cuidados se reflejan también en el creciente número de visitantes que recibe Animaya, quienes disfrutan de una experiencia diferente al zoológico tradicional por los espacios en los que se encuentran los ejemplares y la cercanía que pueden tener con ellos.
Agregó que a nueve años de su apertura, Animaya se está consolidando en el gusto de los meridanos y de los visitantes nacionales y extranjeros debido a las diversas opciones de recreación familiar que ofrece, como el safari, el catamarán, el expreso, el jardín de Epífitas, el Parque Acuático y la simbólica estela maya.
Indicó que en el zoológico existe todo un equipo humano, que incluye a estudiantes de veterinaria, biología y ciencias afines, que realizan el servicio social, prácticas, tesis y estancias de movilidad estudiantil.
—Ese equipo tiene un firme compromiso, entrega, ética y pasión, que lo lleva a esforzarse a diario por brindar a los animales las mejores condiciones para su bienestar —puntualizó.