Editorial

ECOLÓGICAMENTE CORRECTOS – Y AQUÍ EMPIEZA EL ABISMO

ECOLÓGICAMENTE CORRECTOS

ROBERTO CARDOZO

Y AQUÍ EMPIEZA EL ABISMO

En la actualidad se ha puesto de moda todo lo que tenga que ver con la conservación del planeta. Entre ecologistas “abrazaárboles”, recicladores y los que promueven el consumo responsable y autosustentable de los recursos, los adeptos a esta moda cada día son más, porque todo parece que se hace por una buena causa. Hasta aquí todo bien, ¿cierto? Y es que en poco tiempo hemos pasado de tirar los envases desechables de refresco en las calles a escandalizarnos tan sólo por tirar el boletito del camión.

¿No te has puesto a pensar que solamente lo hacemos por una cuestión egoísta? Los que se preocupan por la ecología no quieren conservar el planeta, quieren conservar el mundo que conocen. Vamos, no es tan difícil imaginar el momento en que los primeros humanos aparecieron sobre la faz de la tierra. Era un mundo en el que estaban en desventaja, era un mundo que venía de haber sobrevivido a otras especies animales que se extinguieron en ese pequeño suspiro universal que son algunos millones de años.

Estamos hablando de que ha pasado al menos una gran generación de animales que se extinguió hace millones de años. Entonces, ¿por qué estamos tan preocupados por conservar un planeta que seguramente va a recuperarse de nuestras acciones, tal como lo hizo con la desaparición de los dinosaurios? Ese afán egoísta de conservar el planeta tal como lo conocemos, sin ponernos a pensar que la especie humana se extinguirá, pero quedará alguna forma de vida, es el que nos lleva a suponer que cuidando los recursos podremos conservar eternamente la vida como es conocida ahora.

Ahí tenemos a los tardígrados, los extremófilos, las cucarachas, entre algunas de las especies que podrían sobrevivir a un holocausto nuclear, a la contaminación, o a la simple desaparición de otras formas de vida. Qué ingenuo es pensar que la especie humana seguirá existiendo en la eternidad.

En el caso de una extinción masiva de los humanos, como ha pasado con otras especies, tengamos por seguro que la vida seguirá de otras maneras. En todo caso, en unos miles de millones de años, cuando el sol se extinga, todo podrá desaparecer; porque, también debemos pensar en las teorías que hablan de un eminente y eventual proceso de apagado del sol, dando resultados catastróficos desde la primera semana del suceso. Así que, estando condenados a la extinción, bien podemos preguntarnos si vale la pena hacer todos estos movimientos por la conservación del planeta.

Opino que sí, al menos así estaremos ocupados sintiéndonos bien, mientras esperamos el día de nuestra muerte. Un tema del que hablaremos en la siguiente lectura.

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