FRANCISCO ALZAGA, UN TODOLOGO DEL ARTE
ENTRE PAUSAS
GABRIEL AVILÉS
Conozco a Francisco Javier Alzaga Nava desde hace algunos años, gran amigo, cómplice y apoyo para muchas de las actividades que realicé en Cancún como el ser el coordinador de Paralibros; asimismo, ambos nos apoyamos en actividades artísticas que podrían ser en una avenida durante la tarde del sábado o una noche de luna en la playa, declamando poemas, cantando, pintando, en fin. También tuve la oportunidad de trabajar con el Navíos sin Derivas, una antología poética y en la actualidad tenemos un proyecto para mediados de mayo. Por ello, se me hace importante que se conozca su trabajo y su calidad humana por medio de la siguiente entrevista.
¿Cómo te inicias en el arte?
Mi introducción al arte fue empíricamente, tomando todo aquello que pinte y deje huella en algo y las influencias de las épocas como sobre todo por mi entorno. Estos factores mencionados fueron desarrollando la creatividad y la necesidad de seguir creando
¿Cómo decides dedicarte a ser pintor, promotor cultural y más ya de manera formal?
No hubo un preámbulo marcado como las fronteras políticas, se fue dando con intervenciones creativas. Normalmente las circunstancias adversas del entorno nos orillan a otras posibilidades creativas.
La pintura se fue dando junto con las letras, donde años atrás tenía mayor dedicación; aunque hay momentos en la vida que uno forja un camino diferente con familia y nos distraemos con esas labores, pero al cabo de un tiempo esa necesidad de expresar vuelve y con más ganas. La promoción cultural se da como parte de mi trabajo editorial, realizar programas de televisión y la radio; uniendo esos factores y utilizándolos como herramientas uno va creando armaduras para la lucha continua.
¿Te involucras con Cancún y el arte a la vez?
El arte en Cancún pasaba como fantasma de un lado a otro sin asentarse. Los artistas buscaban la manera de expresar sus necesidades de eventos como difusiones y en aquellos tiempos trabajaba en producción y fue que llegue a producir el programa Arte Y Música utilizando la cafebreria El Pabilo con la conducción de Lupita Chew, siendo esto una catapulta a seguir creando y armando eventos como momentos con artistas.
¿Qué proyectos consideras importantes dentro de tu trayectoria?
Los diré sin preferencia o favoritismo, pero tanto ha sido dar el primer paso que se dio como los siguientes que juntos hemos conformado una agradable caminata por el andar de la vida haciendo, creando, produciendo y por nombrar algunos, tanto como la producción de tv con “Arte y Música”, así como “Pasearte” sobre la Avenida Sunyaxchen, que su inicio fue en la explanada del Cecilio Chi; de igual manera todo el desarrollo en el Centro cultural “La Pitahaya” y recorriendo de nuevo el sendero ya caminado están «Proyectos 52 talentos» llevado a cabo en el Domo del Ayuntamiento de la ciudad, «Arteego» en plaza Atrium, Las noches de «Lunadas» en Playa Delfines, el mirador de la zona hotelera, así como las «Noches de Queso Pan y Vino» y las «Noches de Músicos Poetas y Locos», entre varios eventos y proyectos más.
¿A qué proyecto le has tenido más cariño?
Cada proyecto que se ha realizado ha sido con el cariño de crearlo y formarlo y al ver los resultados, los logros, la estimulación social, no tiene precio. Todos y cada uno han tenido su magia.
¿Pasando a tu pintura, tienes una definición de ésta?
No puedo encasillarme en alguna definición académica, es expresión, son ejercicios, es solamente por el gusto de expresar y crear. Solo la continuidad y con continua producción se ira definiendo.
¿Fuiste autodidacta o tomaste clases de pintura?
Todo nació al ver que ya de alguna manera a corta edad y con los materiales escolares me gustaba hacer imágenes, posteriormente, con la influencia del entorno es como se va dando, si al ver al maestro Rufino Tamayo a través de su ventana en la calle de Santísimo esquina con la avenida Altavista en San Angel Inn es enseñanza, entonces ha sido un gran maestro para mí.
Son mil pasajes que podría mencionar así, no tan solo de una asistencia académica.
¿El café es una constante en tu obra por qué?
Son elementos que con los cuales nos vamos identificando en el camino y los vamos adoptando, no siempre es un elemento, se sigue en el andar y adoptamos otras imágenes y a la vez las mezclamos entre ellas, como lo son en mi ahora con la serie de «Ellas», ilustraciones femeninas que quizá se proyecten de las sombras de mi inconsciente aflorando momentos y circunstancias con otras personas y acto seguido a la serie surgen las «Ellas con café».
Siempre se está evolucionando en el andar, tomando diferentes elementos y adoptándolos.
A mi regreso a la Ciudad de México y al encuentro con los amigos me preguntaron de mi quehacer artístico, ellos me recordaron que me identificaban con el dibujo continuo de manos y ojos, los cuales no he vuelto a repetir en mi actual hacer.
¿Hacia dónde va tu trabajo en este momento?
Siempre a crear algo, siempre hacia adelante, es bueno plantearse metas a corto plazo como a mediano y a largo plazo, sin embargo, es siempre hacia adelante y es grato voltear y ver el camino que se ha creado y eso motiva a siempre continuar.
¿Pasando al apoyo de gobierno actual a la cultura ha sido positivo?
Pregunta muy precaria y en cada zona los casos son especiales y específicos y sobre este punto podríamos escribir libros y libros de la historia de Cancún con cada administración pública, sin embargo, ellos no son nada, más la cultura es el mismo pueblo y lo que el pueblo realiza sin atenerse a un presupuesto gubernamental.
¿Arte y política son afines?
Primos hermanos de la creación del ser humano y de su naturaleza.
¿Cómo define Francisco Alzaga el hombre al artista?
El artista es el DIOS, que crea sus mundos y con su estilo de enseñar la vida.