La realidad en la ficción
Mariel Turrent
A Través de la Pluma
El pasado sábado, se presentó en Puerto Morelos el libro Hasta que te encontré de María Silvia Roldán, publicado en colaboración con Malix Editores, como el primero de la colección Encuentros: una historia real de superación personal, novelada. Desde ese día, la autora ha recibido un sin número de comentarios, algunos masculinos reclamando su visión femenina y parcial de la realidad y otros, los más, de mujeres agradeciéndole que haya compartido todas esas vivencias,
pues se han sentido plenamente identificadas y apoyadas al leer la historia. Pero ¿qué tanto de este relato es autobiográfico?, le preguntaron en su presentación. Y María Silvia, respondió lo que tantos otros autores han respondido a esta repetitiva pregunta que hacen los lectores: siempre hay algo del autor detrás de la ficción.
Sin duda la ficción usa mentiras para comunicar verdades humanas. Te da algo grande e importante que tal vez no te llegue tan claro si te lo dijeran de otra forma, es decir de forma directa. Neil Gaiman, autor de Coraline, dice que en su obra quiere comunicar algo muy claro: que los dragones pueden ser derrotados. Cuando tenía una tercera parte de la historia ya escrita, se mudó a Estados Unidos. Con su nueva vida y la adaptación no tenía tiempo de continuarla y por otro lado tampoco tenía prisa pues pensaba que esa era una historia no publicable.
Un día salió a dar un paseo con sus hijos al bosque y lo atacaron unas avispas. Para que no lastimaran a sus hijos, se quedó ahí inmóvil y les dijo a sus hijos que corrieran de regreso a casa. Mientras estos huían, en un intento por espantar al enemigo de su cara, sus lentes salieron volando y cuando pensó que los niños ya estaban lejos, empezó su huida casi a ciegas.
Lo que él hizo para salvar a sus hijos no fue un acto de valentía, confiesa Gaiman. No le costó trabajo y ni siquiera lo pensó. Lo hizo en automático. Pero él recuerda que, al día siguiente, sí tuvo que vencer su pánico y regresar al mismo lugar a recuperar sus lentes. Gracias a ese episodio, el autor descubrió que ese sentimiento era exactamente el que quería contar en su historia: estar asustado no significa que no seas valiente.
Es gratificante comunicar una verdad en una historia que no es verdad. Leer historias como escritor, es una cosa muy diferente a leer como lector. El escritor lee como un artesano de la palabra, busca debajo de los planos de la ficción la verdad, y analiza cómo el autor ha ido trabajando el lenguaje para comunicarlo. El lector promedio lee y da su veredicto: me gusta o no me gusta, ¿será verdad? El escritor, lee y encuentra ideas, técnicas, verdades humanas.
Para ser un buen escritor es necesario estar dispuesto a desnudarse y cruzar la calle. A dejar a un lado su preocupación de ser juzgado. Solo entonces podrá comunicar verdades que lleguen al fondo del alma del lector, a lo más profundo. Verdades humanas universales con las que los lectores se sentirán identificados. Así como no se escribe una biografía a través de mentiras, en la ficción el escritor miente en la historia, pero convence con la verdad que está detrás de su farsa.
El libro Hasta que te encontré de María Silvia Roldán, así como de otros escritores de la Península, (incluido el nuevo libro La corriente del golfo de Fernando Cobos y La ciega de Carlos Torres), se encuentran a la venta en www.malixeditores.com
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