Cyril Ramaphosa asumió la Presidencia de Sudáfrica, bajo la promesa de lograr la transformación social y económica del país, aunque admitió la tarea no será fácil.
Ramaphosa, de 66 años, reconoció que su Gobierno tendrá que enfrentar varios retos principalmente en materia de corrupción y de descontento social por la crisis económica.