Desde la matriz
Por Mariel Turrent
A través de la pluma
Me encanta creer firmemente en que los libros nos escogen y no somos nosotros los que elegimos a los libros. Me gusta esta idea de que el universo conspira para hacernos llegar lo que tenemos que leer y que en esas palabras encontramos respuestas a nuestras preguntas.
Como algunos de ustedes ya sabrán, escribo las reseñas de los libros eróticos para la revista “Tropo a la uña”. La verdad es que no sé por qué acabé yo con este controversial tema, sin embargo, es uno de los más difíciles, y no por la temática, sino porque no se publican muchos libros de este tema y encima tienen que ser novedades y latinoamericanos.
Resulta que hace unas semanas recibí una llamada de Jonathan Guerrero, de la Cafebrería La Mancha, pidiéndome que presentara el nuevo libro de Mónica Salmón, “Cuídame de ti”. Me alegró de sobremanera el hecho porque por una parte el universo me enviaba mi próxima lectura, y por otra la portada y el título tenían toda la pinta de ser un libro erótico, novedad y de una mujer mexicana. ¿Qué más podía yo pedir?
Cuando lo tuve en mis manos me pareció que tenía toda la pinta de ser un libro erótico, no solo a mí, tengo que confesar que mi marido luego, luego me dijo que él también lo iba a leer y mi socio de Malix Editores inmediatamente bajó el ebook de Amazon.
Ese fin de semana viajaba a Nueva York, así que lo metí en mi bolsa, con toda la intención de empezarlo a leer en el avión. Cuál fue mi sorpresa cuando al otro día, ya instalada en la megalópolis y apunto de ponerme unos zapatos altos para ir al teatro, empiezo a leer un capítulo titulado “Prohibido usar tacones en Nueva York” donde relata cómo el personaje principal, Sofía, comete el error de salir con unos hermosos y sexis tacones a caminar por las calles neoyorkinas. Me reí de mí misma y decidí llevarme mis zapatos bajos. También aproveché y seguí al otro día los pasos de Sofía por el museo Whitney y como ella, disfruté las pinturas de Edward Hopper, pero descubrí a una pintora que me encantó, Georgia O’Keefe, por los colores y el erotismo subliminal y sutil que encontré en su obra.
Sin embargo no todo es armonía, sensualidad y goce, como la obra de O’Keefe, de pronto el contenido del libro cambió y la historia dejó de ser divertida. El tema principal no tiene nada que ver con el erotismo, y la misma Mónica Salmón, me comentó que la razón de la portada tan sensual tenía que ver un poco con temas de mercadotecnia.
La novela de Mónica Salmón está narrada, como ella misma describe, “tratando de cultivar una observación fenomenológica que la ayudó a mantener distancia y a evitar que sus prejuicios se interpusieran en la historia”. Su personaje principal, Sofía, es una psicóloga que escribe un libro para niños sobre una madre cocodrilo que devora a sus crías. Y ese es precisamente el tema del libro: una madre que abusa de mil maneras de su hija.
Este tema sobre las madres castrantes, pocas veces se toca, en general la sociedad quiere pensar que las madres son buenas, inmaculadas. Pero Mónica Salmón, como buena psicóloga, nos comparte este caso real que le fue confiado. Y nos enseña que la madre es también un ser humano complejo e imperfecto, que igualmente ha sido víctima de una historia pasada y carga consigo un bagaje que hereda a su descendencia.
Aunque me quedé con ganas de leer una obra literaria de tinte novelesco y erótico —pues además la imaginé divertida—, por alguna razón el universo conspiró para que leyera este crudo relato con tintes psicológicos. Me gustaría pensar que es porque necesitamos entender que en medio de tanta violencia —no me refiero solamente a todo lo que escuchamos en las noticias, sino incluso a las películas que vemos, a los libros que leemos, a los videos, a las canciones a todo lo que nos bombardea con mensajes agresivos, campañas de mercadotecnia…—, no debemos descuidar que es ahí, en el seno del hogar, donde podemos procrear el amor, y contagiarlo desde nuestra trinchera a quienes tenemos cerca, porque solo así, atendiendo este problema desde la matriz, podemos ir construyendo un mundo de paz.