Editorial

El Tema del Aborto – Y Aquí Comienza el Abismo

El Tema del Aborto

Roberto Cardozo

Y Aquí Comienza el Abismo

 

A pesar de que hace casi cien años se estableció en Rusia la primera ley sobre el aborto, el tema aún es considerado polémico en muchas ciudades y países. Hace algunos días pude leer algunas publicaciones que mencionaban que en Islandia era política de estado practicar el aborto de mujeres que detectaban en sus hijos el Síndrome de Down. Y es que, si bien tiene algo de cierta esta noticia, no es porque sea una política pública en ese país, sino que las estadísticas dicen que las mujeres que detectaron mediante pruebas, que sus hijos nacerían con este mal congénito, decidían abortar. Aun así, en Islandia, hay otro gran porcentaje de mujeres que no se realizan estas pruebas y tienen a sus hijos con el síndrome. La noticia no fue más que una hábil maniobra de manipulación a las estadísticas. Como decía George Bernard Shaw, “La estadística es la ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno”.

Esta noticia me dejó pensando, primero, que Islandia podría ser un país con una cultura más desarrollada; lo que me hace recordar lo que dicen de Los Mayas, que fueron una civilización muy desarrollada, pero cometían sacrificios humanos, guerras, asesinatos, todo en nombre del bien común. Entonces, si no es una civilización más desarrollada, ¿por qué las mujeres toman estas decisiones? La respuesta me parece más simple de lo que parece, por lo que haré mención primero de las acciones que desde hace mucho realizamos de manera naturalizada, guardando las debidas distancias, en función de genética.

Antes de indignarnos más de la cuenta, analicemos nuestros propios comportamientos y pensemos en cómo durante muchos años hemos elegido pareja para formar una familia, siempre hemos estado en una búsqueda de mejorar genéticamente. Ahí tenemos que hay estándares de belleza que nos dicen qué es lo bonito y qué es lo feo, de tal manera que siempre nos sentimos atraídos por las personas estandarizadamente bellas.

En tiempos más recientes, en las clínicas de tratamiento a mujeres con problemas para embarazarse, se les ofrecen espermatozoides que cumplen ciertos parámetros que los hacen ser considerados de calidad, garantizando características genéticas destacadas como son la estatura, color de piel, color de ojos y cabello, origen racial, entre otras.

En las conversaciones por las calles es muy común escuchar comentarios como: “A estas personas no se les debería permitir reproducirse”, “mátenlos, antes de que dejen cría”, “pobrecito/a, mejor no hubiera nacido”. Todas estas expresiones, ya sea de manera despectiva o en un afán humanista, solamente nos demuestran que poco a poco nos vamos acercando a realidades como la que se está viviendo en Islandia.

No me pondré a pensar en que si los islandeses tienen una cultura más avanzada que nosotros. Los que sí puedo decir es que veo un futuro en que en México, las mujeres tengan la libertad de interrumpir su embarazo si detectan algún mal congénito. Es un tema que probablemente sea aún polémico, a pesar de que varios estados de nuestro país ya tienen leyes que permiten, bajo ciertas condiciones, la interrupción legal del embarazo. Me queda claro de que vamos por ese rumbo, aunque sea probable que no nos toque verlo como una realidad. Esto se llama Selección Natural y muchos debemos estar agradecidos, en otras circunstancias, probablemente hubiéramos sido abortados. Yo, por negro.

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