El Ejército de Nicaragua capturó a dos ciudadanos egipcios y dos iraquíes señalados como presuntos miembros de la organización terrorista Estado Islámico.
Los sujetos eran perseguidos por países vecinos, entre ellos México, ante la posibilidad de que ingresaran a Estados Unidos.
Los supuestos terroristas ingresaron de manera ilegal procedentes de Costa Rica, por un paso fronterizo no habilitado.
Los sospechosos fueron trasladados a la Dirección General de Migración para su deportación.
