Cientos de manifestantes opositores al actual Gobierno irrumpieron por la fuerza en la sede de la Asamblea Legislativa de Hong Kong.
Ingresaron al recinto rompiendo ventanas de vidrio, además pintaron gratifis en sus paredes y desplegaron una bandera de la época colonial británica en el podio.
La Policía respondió con gases lacrimógenos y un despliegue especial.
Las acciones se dan en reacción a un proyecto de ley para autorizar las extradiciones a China continental.