Autoridades de Nueva York reforzaron la vigilancia en lugares estratégicos, como el Times Square, luego de los tiroteos masivos que dejaron 29 muertos el fin de semana.
Aumentó el despliegue de policías, pese a que no han recibido amenazas.
Tras los ataques, activistas piden nuevas leyes para mayor control a la posesión de armas en Estados Unidos.