La ola de violencia desatada por las manifestaciones de los últimos días en Chile, ya cobró la vida de 18 personas hasta el momento.
La cifra aumentó tras el deceso de tres personas, entre ellas un niño.
El Gobierno chileno decretó un nuevo toque de queda en varias ciudades, el cuarto consecutivo, para garantizar la seguridad y evitar más disturbios.
La violencia comenzó el pasado 14 de octubre, en protesta al aumento del pasaje.