Editorial

Solteros en Pareja – Y Aquí Empieza el Abismo

Solteros en Pareja

Roberto Cardozo

Y Aquí Empieza el Abismo

 

He notado cómo muchas relaciones de pareja suelen fracasar bajo argumentos varios, pero casi siempre en la misma tónica, un miembro de la pareja resulta ser dependiente del otro y llegan a situaciones extremas que resultan en el rimpimiento. Esto es resultante de que nunca aprendemos a ser solteros antes de iniciar una relación, por lo que, en lo general, solemos buscar una etensión de la familia en la propia relación. En pocas palabras, queremos seguir siendo hijos e hijas de familia cuando debemos ser los responsables de nuestra relación y potencial nueva familia.

Hace un par de días, asistimos a una reflexión sobre las relaciones de pareja y aprendimos cómo se van formando a partir de dos personas que no siempre están en la misma búsqueda, por lo que terminan siendo relaciones fracasadas.

Por otro lado, todos pensamos que no tener pareja es sinónimo de soltería, cuando ser soltero, o soltera, significa hacerse cargo de uno mismo y responsable de los propios actos. Algo que difícilmente se logra viviendo en la casa paterna y sin tener ningún tipo de responsabilidad. En este sentido, ahora puedo entender cómo funcionan las relaciones exitosas: dos solteros que comparten una vida.

Lograr ser soltero es un acto total de emancipación ante la vida, es soltar todo apego a la zona de confort en la que solemos crecer. Cuando uno se hace responsable de sí mismo, entiende las necesidades propias que solemos tener como personas independientes y se va preparando para tener una relación a conciencia, estable y responsable.

Nunca antes me sentí tan soltero y libre como ahora, responsable de mí y de mi parte en una relación. Todo inicia con sentirse pleno y compartirse con alguien más, con respetar y entender los espacios comunes y los individuales, con seguir siendo uno mismo y a la vez, uno con el otro.

Y no es cuestión de suerte, ni mandato divino o intercesión de algún personaje al que se le prendieron algunas veladoras; es cuestión de llegar a la plenitud y empezar a disfrutar la vida tal como es, algo irrepetible y elegible. Es saber que uno sigue creciendo día con día y partir del entedimiento propio como una manera de interactuar con el mundo, para que se construya una relación con otra persona que también comparte e interactúa de la misma manera con el mismo mundo.

Cuando esto sucede, tenemos a dos personas que se saben libres, independientes y capaces de respetar la libretad de la pareja, tomando en consideración que la felicidad de uno se comparte con el otro, para celebrar la conjución en el tiempo y espacio, manteniendo el propio.

Los solteros en pareja son personas que han aprendido que la vida mantiene un curso inexorable y que ser compartidos no implica renunciar a la identidad personal. El amor no es como nos enseñan, un acto egoísta que pretende acaparar las atenciones, el amor es una forma de manifestar la libertad.

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