RADIOGRAFÍAS
La Tumba India de José de la Colina
NORMA SALAZAR
“Así que cuando escribo soy
habitante del Reino de la Libertad”
José de la Colina
Nació en Santander, España, el 29 de marzo de 1934, falleció a los 85 años de edad en la Ciudad de México el 4 de noviembre de 2019. Después largas travesías en Francia, Bélgica; el final de la guerra donde se dirigió su familia a República Dominicana, Cuba llegó a México en donde labró su trayectoria literaria. Periodista cultural y crítico literario, novelista, fue un destacado ensayista de cine. Obtuvo la Medalla de Bellas Artes en el año 2009 y el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores en 2013. Incasable redactor, colaborador en los principales suplementos y revistas culturales como Plural, Vuelta, revista Mexicana de Literatura y Nuevo Cine; subdirector del Sábado del, periódico UNOMÁSUNO, fundo con poeta Eduardo Lizalde El Semanario Cultural del diario Novedades de México durante 20 años que se hizo merecedor al Premio Nacional de Periodismo Cultural en 1984. Cabe destacar que laboró como guionista en la XEQ posteriormente se integró a la XEX para finalmente trabajar en el emblemático Cine Verdad del emblemático Manuel Barbachano Ponce, sus compañeros eran Raúl Renán y José Emilio Pacheco.
Con sus palabras, José de la Colina precisaba “Soy uno de los escritores más cuantiosos de mi generación, sólo que me vampirizó el periodismo. Hemingway decía que ejercer el periodismo es bueno para un escritor, siempre que acierte a dejarlo a tiempo. Y yo todavía estoy metido en él hasta el cuello. Dejaré éste breve preámbulo, amables lectores para enfocarme a una directriz literaria e inteligente y noble del escritor De la Colina. En el año 1985 la Universidad Veracruzana reunió diversos cuentos del escritor español.
La tumba india un cuento significativo en la narrativa mexicana con una fuerza estremecedora y aguda, por supuesto, no podían faltar momentos turbulentos que podemos leer en sus narración, también es un título que tomó el crítico De la Colina inspirado por un episodio de la película de Fritz Lang conformada en dos partes El tigre de Bengala y La tumba india; su textura escritural como si observaremos un cuadro cubista a diferentes planos en la acción externa, un monólogo interior. La riqueza de su narrativa yace con un despojo natural al leer leemos descubrimos verdades. Su pluma tiene una capacidad de inventiva que nos muestra aquellos instantes de sus protagonistas relevantes de ciertas vivencias, arropadas con sentimientos inflexibles tan humanos como el miedo y remordimiento, rencor, cinismo, odio unificado en sus momentos exactos de los protagonistas.
“—De modo que para eso acudiste a la cita, para decirme que por fin te casas
con él.
—Sí. Lo siento.
—No lo sientas. En realidad, no hay nada que sentir,
nada que lamentar. Todo está bien. ¿Y cuándo te casas?
—A comienzos de julio.
—Perfectamente. Que sean muy felices.
Creo que harás una magnífica ama de casa.
—Por Dios, no son de tu estilo esos sarcasmos.
—Si crees que a esto se le puede llamar un sarcasmo,
estás muy equivocada. Puro y simple rencor,
puras y simples ganas de mandarte a la chingada, ¿qué te parece?
—Que no lo tomas con mucha elegancia que digamos.”
Soberbio cuento e inteligencia para retratar vivencias humanas muy a su estilo y tradición española. La tumba india expresa un escenario de indolencia y desidia moral que se ha visto ofuscada ante un escenario deshonesto e inadmisible para aquellos que lo han perdido. Por otro lado, si tocamos en los primeros años juveniles del autodidacta escritor José de la Colina prestar atención a su voz literaria, rebosa todo género temático va expandiendo una narrativa verbal con calidad sinestésica, regalándonos en sus primeras líneas lo más profundo de las emociones humanas y apariencias, melancolías de sus personajes.
La tumba india es también el título de un cuento incluido en La lucha con la pantera (1962) en la línea de publicación ocupa el tercer libro de ficción breve; donde podemos leer en sus párrafos: en una cafetería se escucha jazz, ahí, es el punto de reunión de unos jóvenes; ella es su examante que le comunica su decisión de terminar la relación porque va a casarse con otro hombre. En este cuento en especial que tiene dos características primordiales narrativas: 1) Escenario real, 2) Escenario mítico. El primero es llevar la historia al mundo contemporáneo de aquella fabulación anticuada con todos sus detalles que se pueden ver en Eschnapur su escenario original. Las característica s fundamentales de éste magnífico cuentista las podemos analizar en una o más relecturas y descubrimos que su narrativa de José de la Colina hay temas frecuentes que trastoca sentimientos íntimos de abandono, despojo de aquél exilio o de aquellos exiliados españoles. Reaparece en otras modulaciones literarias con otras circunstancias de su obra, un claro ejemplo lo leemos en el cuento El Espíritu Santo una relación entre la soledad y el aislamiento que esconde entre líneas otras situaciones vivenciales donde refiere la vida en un asilo de ancianos residentes del exilio español en México, la Madre Teresa un personaje intolerante e insoportable y despótico que subyuga la vida de los ancianos, muchos de ellos eran antes jóvenes, maduros comerciantes que ahora sólo esperan sentados la muerte tranquilamente, en el personaje de la Madre Teresa se puede decir que es la representación simbólica de la España franquista una madre errar el tiro ofrecida a confortar en la muerte pero incompetente de procurar vida.
Termino ávidos lectores tuve el privilegio de compartir muchas tertulias de café en compañía de Raúl Renán y su esposa, otras, eran reuniones de todos los viernes y compartir una buena comida y escuchar los conocimientos de José de la Colina con amistades del suplemento cultural El Laberinto diario Milenio. No olvido ni olvidaré cada uno de sus consejos. Hombre magnánimo ¡Te vamos a extrañar! querido Pepe de la Colina.