Editorial

Crónicas del Olvido – “A MEDIANOCHE”, DE RONY VÁSQUEZ GUEVARA

Crónicas del Olvido

“A MEDIANOCHE”, DE RONY VÁSQUEZ GUEVARA

Alberto Hernández

 

1.-

Abrevar en lo breve: Abreviar, ser breve, presto, pronto, para ser extenso en la imaginación. Abreviar, tomar un atajo, alcanzar la última línea, el sobresalto o el silencio.

Toda brevedad tiene su hora. La de estos momentos es la medianoche. Es la hora en la que Rony Vásquez Guevara escribe estos segmentos que se hacen muchos a la hora de mirar el reloj.

2.-

Son 50, la mitad de 100. La mitad numérica. Medianoche matemática. Abreviación con los dedos, contar para llegar a la hora en que la sombra y el misterio hacen de las suyas.

3.-

Media noche dura poco. Es la mitad de un trozo de tiempo. La medianoche es sólo un instante. El título de estos 50 momentos: “A medianoche”, publicado por El taller blanco / Colección Comarca mínima, en Bogotá, Colombia, 2019, del narrador Rony Vásquez Guevara, es sólo un soplo en la sombra.

4.-

A medianoche pueden ocurrir muchas cosas. Corto el respirar, también el narrar si se escribe a esa hora.

Mientras ocurre el movimiento de la aguja del reloj hacia las 12 m. el escritor sume su conciencia en la cortedad de la existencia y en el miedo. Entonces, aparece el misterio.

5.-

Ambiente de escritura: a media luz.

6.-

A medianoche nada ocurre a medias. El miedo es completo. O el silencio, que se hace una larga brevedad.

7.-

Breve es el susto. También el relato de su presencia.

8.-

A medianoche, los personajes –el personaje- son rebasados por la hora. Están entre dos horas, entre dos horarios, entre la brevedad del instante.

9.-

La noche es breve. El cuento también. Rony Vásquez Guevara actúa en medio de la sombra. Saca provecho de la medianoche. Relata.

10.-

El más allá. El más acá. La vida –el susto, el temblor- la muerte.

Breve, el relato hace humor, injuria y hasta celebra. Y otros etcéteras.

11.-

“Era medianoche cuando sintió que sus brazos empezaban a moverse. Decidió, entonces, romper el cajón. No fue fácil. Continuó escarbando y logró ver la Luna. Había salido del encierro funerario. Empezaría una nueva vida” (R.V.G.)

12.-

Este lector se figura a Edgar A. Poe en medio de la noche.

13.-

Y a medianoche Horacio Quiroga sugiere leer durante el día. Nadie sale de su tumba. O reencarna. Rony Vásquez lo contradice y ambula por la noche en busca de su personaje. Lo encuentra y lo ajusta al relato.

14.-

La parodia:

“Cerca de la medianoche, se acercó a la cabina del almirante para susurrarle al oído que moriría en un par de horas. El almirante, descuidando el timón, buscó aquella voz. El impacto del Titanic era inevitable”. (R.V.G.)

¿De quién era esa voz? ¿Era la muerte? ¿Acaso el almirante era esquizofrénico?

La medianoche es el personaje inevitable.

15.-

Juego de ilusiones. El humor:

“Era medianoche y las sábanas blancas seguían en su lugar. El sindicato de fantasmas estaba en huelga”. (R.V.G.)

16.-

Contar para abreviar. He allí el secreto

o abreviar para contar. He allí el otro secreto.

17.-

¿Existe alguna teoría en la que un fantasma se convierta en carne?

Desde el relato, desde su brevedad, es posible. Sólo hay que imaginarlo a medianoche.

18.-

“Sabían que profesó su próxima llegada un mes de abril a medianoche. Por ello, todos los ciudadanos apagan sus relojes desde marzo hasta mayo”. (R.V.G.)

19.-

Todo relato breve es increíble, pero quien lo lea debe hacerlo creíble.

20.-

¿Inverosímil? ¡No! Déjelo andar a medianoche. Es un susto, como la brevedad del ahogo.

21.-

“Desesperados por fugar, los rebeldes subieron al último tren del día. Era medianoche y sabían que el ejército los buscaría desde el minuto siguiente”. (R.V.G.)

Cuestión de tiempo. Todo, acumulado en pocas líneas.

22.-

“Todo lo que tiene que ver con la minificción resulta contradictorio. De esta forma narrativa pueden decirse muchas cosas, pero también exactamente lo opuesto y todas serán acertadas”. (Violeta Rojo: Prólogo a “Mínima expresión/ Una muestra de la minificción venezolana”. Fundación para la Cultura Urbana, Caracas, 2009).

Y la medianoche, como todo lo que está en el centro, es una contradicción. 

23.-

En efecto, cualquier cosa que se añada a la presencia de un relato breve, brevísimo o muy corto, forma parte de su propia contextura. O de su textura con algo añadido a su aliento en trozos, cortado, abrupto. O mejor, ajustado a las pulsaciones del cuerpo o a las pulsiones del tiempo. En cuanto al espacio, podría ser un relato invisible en medio de la oscuridad. Pero como toda medianoche merece una oportunidad, le agregamos las anécdotas para que no pase inadvertida.

En cuanto a una teoría del relato breve, minificción o descarga eléctrica, dejamos al lector la libertad de moverse a medianoche en estos magníficos textos de Rony Vásquez Guevara.

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