Con el encendido del tradicional árbol de Navidad de la Plaza de San Pedro y la iluminación de un pesebre de madera, iniciaron las fiestas decembrinas en el Vaticano.
El abeto de 26 metros de altura fue donado, mientras que el pesebre fue realizado con troncos de madera de áreas inundadas por las tormentas en el Triveneto.
Los dos símbolos de la Navidad fueron iluminados ante miles de personas y turistas y permanecerán en el lugar hasta el próximo 12 de enero.