Editorial

RADIOGRAFÍAS – El Mundo Dramático de Tennessee Williams

RADIOGRAFÍAS

El Mundo Dramático de Tennessee Williams

NORMA SALAZAR

 

                                                                                                                                            El arte es una forma

                                                                                                                                            de anarquía y el teatro

una forma de arte

Tennessee Williams

 

Thomas Lanier Williams III nació el 26 de marzo de 1914 en la rectoría episcopal en Columbus, Misisipí, un pueblo a orillas del río Tombigbee. Dramaturgo, poeta y novelista, miembro de una familia puritana sureña. Recuerda el joven Tom

“El hogar es donde uno cuelga su niñez, y para mí el punto

bello de la creación es Misisipi, una tierra amplia y oscura

donde se puede respirar”

 

Tom, su hermana y su madre vivieron en la casa de sus abuelos en la rectoría episcopal de Columbus, su abuelo aristócrata y educado clérigo liberal intensamente religioso, Rose su hermana sumisa, la consideraba un compendio de todo lo precioso en la vida sin olvidar con afecto aquella dama de vestido de seda cuadriculado con voz de tono alto y claro, su nombre Laura Young, una dama del sur. En el año 1926 emigran, pues, su padre Cornelius Williams es trasladado a la ciudad de St. Louis de la misma Compañía Internacional de Calzado un cambio trágico para ellos ya que para aminorar la monotonía y fealdad de su nuevo hogar, un departamento pintaron las paredes de color blanco en las repisas pusieron la colección de animalitos de cristal de su hermana Rose también cambiaron el color de las cortinas por el color blanco. Dice Williams

                                  

“Todas las emociones más suaves que pertenecen a la memoria

de cosas pasadas. Significaban todas las cosas tiernas que

alivian la austeridad de la vida y la hacen llevadera a los sensitivos”

 

Fallece solo, en una habitación de hotel tras engullir un tubo de pastillas contra el insomnio el 25 de febrero de 1983 en New York Estados Unidos.

El mundo exterior de Tennessee Williams y su creación dramática muestra una alta catarsis de violencia, neurastenia y desdicha particular nos adentra a temas capitales como el apremio entre la realidad y la ilusión; la decadencia de los seres sensitivos por los no sensitivos la corrosión humana cultivada por el tiempo. Nuestro dramaturgo concibe una exhalación de albor poético complaciente sobre lo más disimulado del alma de sus protagonistas, y nos parece que a veces desfigura o transforma ese ser íntimo con entidad de crear y matizar el patente contraste con la fachada que nosotros en la vida ordinaria observamos de esta gente. Sus ilusiones y extrañas reacciones por lo general forradas o encubiertas durante un sueño constituyen un efecto dramático sobre los personajes en escena.

El Zoológico de Cristal de Tennessee Williams es una tesis de la frustración narrada a través del repaso que un joven tiene descrita a través de las remembranzas de su familia, los personajes son la madre, Amanda Wingfield una beldad suriana que se desflora y cuyo esposo la abandonó con sus hijos, años antes; la hija Laura con su cuerpo lisiado y espíritu huidizo del mundo, el hijo Tom quien anhela a ser poeta se siente desbaratado con su labor habitual de obrero en una fábrica y el Caballero de Visita. La historia se desenvuelve en la mente del hijo, joven después de haber ocurrido, como lo expresa Tom, el narrador “La memoria parece siempre funcionar envuelta en música” Tom anuncia a los espectadores

                                   “Sí, guardo trucos en mi bolsillo, y algunas cosas en la manga.

                                   Pero soy lo contrario de un mago de escenario. Él os da ilusión

                                   con apariencia de verdad. Yo os doy verdad con el agradable

                                   disfraz de la ilusión”

 

Época de la depresión económica como punto social de ésta pieza, Tom anuncia a los presentes que van a ubicar una obra de Reminiscencia, es decir, Williams monta una obra de Ensueño que implica pequeños eventos de exigua importancia en sí mismos se retornan a existir y se enaltecen se guardan experiencias elementales, la obra gira en torno de la introversión de Laura quien debido a su estado de lisiada a la nulidad de su amor de aquél compañero de escuela de segunda enseñanza es ahora psicológicamente una retraída de la vida. Mientras Amanda, la madre es un personaje valiente pero patético que vive en un universo de ilusiones sentimentales. Ahogada en el pasado perpetuando con frecuencia repite: una tarde en Misisipi, diecisiete caballeros fueron a visitarla a su casa y cómo ella pudo haberse comprometido con cualquiera de un buen número de varones que prontamente triunfaron en la vida. La desesperanza de la existencia de Amanda está encuadrada por el humilde ambiente de la casa de vecindad a que han quedado prensadas ella y su familia. Tom interesado en la poesía se siente atrapado en el rutinario trabajo de la fábrica que hunde su espíritu sensitivo y que sigue desempañando por un sentido de responsabilidad con su madre y su hermana. El clímax de la obra, es cuando Tom al fin cede a los ruegos de su madre para invitar a casa a un simpático joven de la fábrica, un Caballero de Visita, Jim O՚ Connor. Al principio Laura no se presenta a la cena, pues representa un trastorno psicológico mientras Jim trata de ser atento, amable después de un tiempo, Laura baila con él se entera de sus actividades atléticas, finalmente Laura le muestra su zoológico de cristal (su colección de frágiles figurillas de vidrio) que son muy importantes, pues, son su escape del mundo, es decir, cuando el mundo le parece insoportable se refugia en su zoológico de cristal, Jim rompe el cuerno del unicornio, ella no se altera, está totalmente tranquila en ese momento fulmínate Laura es una persona normal no está apartada de los demás. El Caballero de Visita le demuestra interés por ella que logra penetrar en su más íntima vulnerabilidad del Ser qué ella misma se creó, un momento de júbilo.

Un jubilo que no continuara porque al terminar la reunión y despedirse, Jim explica a su madre de Laura que no puede aceptar otra invitación por estar comprometido con otra señorita, se casarán pronto. Laura recae en su mundo de sueños. La madre culpa al hijo por no saber lo de su compromiso.

Estos personajes de profunda sensibilidad con un sentido nostálgico de una suave frustración entretejida por el lirico don de la palabra que escribe Williams y, qué decir del destrozo emocional de tres humanos sensitivos, todo ello lo conjunta para montar una pieza tierna, frágil.

Tom ha sido despedido de la fábrica por escribir un poema en la tapa de una caja de unos zapatos.

 

                  “Abandoné San Luis. Por último bajé esta escalera, y desde entonces

                  seguí el camino de mi padre, tratando en el movimiento lo que se había

                  perdido en el espacio… Viajé bastante, de aquí para allá. Las ciudades

                  pasaban ante mis ojos como hojas secas, hojas de brillantes colores

                  pero arrancadas de sus ramas. Me hubiese detenido, pero algo me perseguía.

                  Siempre me alcanzaba inadvertidamente, tomándome por sorpresa. Tal vez

                  era algo de música familiar. Quizá tan sólo un pedazo de vidrio transparente…”

 

La nueva concepción que tiene Williams del teatro, máxime poético no tiene que ver con la poesía como esta se concibe, más bien trata de un brío por exhibir el mundo interior, espiritual y emocional de sus personajes al transcurrir la obra trasborda una estereotipo poético no para velar la realidad sino más bien para enfatizar y vigorizar esa misma realidad montándola por contraste más intensa y simbólica.

Todas las grandes obras de Tennessee Williams muestran una técnica dramática, su teatro dramatiza la experiencia subjetiva de los personajes, ha procurado por acentuar en el escenario los orbes ocultos en los cuales cohabitan sus personajes. Williams un realista poético con obras que son tragedias psicológicas. Su mayor éxito radica en conquistar un ambiente y recrearlo a un estado mental o psíquico, más bien que en la simple dramaturgia de una trama. Sus personajes distinguidos son seres emocionalmente inadaptados que resisten en lo general una incapacidad para afrontar a la realidad o para adaptarse a su medio ambiente. Acuden al alcohol, a la fantasía o a la promiscuidad sexual en un arranque por escapar de un mundo al cual no consiguen hacer frente a esos ambientes sórdidos y dejar de ser personajes insociables.

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