LOS BAILARINES PIENSAN CON LOS PIES
LUISA ANDREA CANUL BRITO
ESPIRAL EN LETRA
Muchas veces escuché decir que los bailarines son personas que no piensan, que solo se la pasan dando vueltas, que eso no es estudiar, casi como si a lo único que nos dedicaramos fuera a perder el tiempo y tener la cabeza hueca (aunque he de admitir que algunos sí–risas-); claro que viéndolo desde esta perspectiva ¿por qué habría que pagarles por hacer eso?
En fin, estaba pensando en este hecho y si bien es verdad los bailarines ocupamos la mayor parte de nuestros pensamientos en cómo hacer mejor un paso, cómo colocar nuestro cuerpo, que hacer para dar más fuerza a los músculos, etc., justamente detengo mis ideas en qué activamos también nuestra inteligencia al grado de enfocar horas en pensar y sentir cómo haremos para mejorar la interpretación y regalarle al público momentos que queden en su memoria; pienso en esto y digo “que maravilloso” porque al igual que un escritor, un pintor o cualquier artista, logramos trascender nuestros pensamientos a la mente de otros sin siquiera hablar.
Como creadores tenemos la hermosa capacidad de trasmutar nuestras ideas y generar que otros sientan, esto sucede porque no solo pensamos con la cabeza, pensamos con nuestros poros, con nuestros músculos, con nuestros sentidos, con nuestras emociones, con nuestros recuerdos, nuestros sentimientos: pensamos en conjunto siendo un todo.
El bailarín tiene una labor fuerte y claro que es un ser pensante, por eso debe leer, documentarse, llenarse de vivencias propias y al igual ajenas para adoptarlas como suyas, transformarlas en movimientos que vayan dejando un mensaje a quien los observa, porque es un creador de sentimientos y recreador de realidades.
Por supuesto que un bailarín piensa y no solo con la cabeza, sino también con los PIES.
