El Papa Francisco aceptó la salida del sacerdote Fernando Martínez Suárez, quien abusó sexualmente de ocho menores entre 1991 y 1995, en Ciudad de México y Cancún.
En una carta, el secretario general de Los Legionarios de Cristo informó al Papa sobre el retiro del estado clerical para Martínez Suárez para tratar de aliviar el sufrimiento causado a las víctimas.
El Papa Francisco aceptó la salida por el bien de la Iglesia, pero se mantendrá como parte de Los Legionarios de Cristo, para que éstos se aseguren que lleve una vida que corresponda con su condición.