Editorial

La música, remedio infalible – Veleidades de la memoria

La música, remedio infalible

Miguel Gallareta Negrón

Veleidades de la memoria

 

Mamá inició el año muy animada. A ritmo de un merengue dominicano, mueve el cuerpo con armonía y sonríe por el placer que le provoca el ritmo antillano. La música y el baile se posicionan en la memoria más profunda y, a pesar de casi 20 con demencia, ella siente la vibración musical y fluye con sus acordes, como lo ha hecho a lo largo de toda su vida.

El canto y el baile son excelentes terapias para las personas que viven con Alzheimer. Además de compartir con ellos momentos de gran felicidad, les removemos sus recuerdos más queridos y propiciamos la sinapsis de sus neuronas.

Mi madre siempre ha sido feliz en los eventos sociales y reuniones familiares; desde que recuerdo disfrutaba cada detalle de la convivencia, desde la planeación del vestuario adecuado para la fiesta, hasta las conversaciones, la comida y la música. Cuando la orquesta lanzaba sus primeras notas musicales, sus piernitas se movían con ritmo arriba, abajo y a los lados, y sus ojos coquetos buscaban afanosamente una pareja de baile, porque mi papá prefería hablar con los amigos en vez de mover su cuerpo sedentario.

Algunos expertos aseguran que el baile es un excelente remedio para prevenir el Alzheimer. Una de ellas, la doctora española Estefanía Peltzer, afirma que numerosas investigaciones han demostrado los beneficios de esta actividad para la salud. Y cuando hablamos de beneficios -agrega-, no sólo nos referimos a la salud física, sino también, a efectos sumamente positivos a nivel de la salud emocional y mental, porque aumenta la agudeza intelectual en las personas de todas las edades.

Los estudios sin duda confirman científicamente lo que uno observa día con día. En el caso de mi madre, resulta bastante evidente que el baile le confiere calidad a su vida, le permite recordar, de alguna manera, momentos de profunda trascendencia en su vida. Sólo hay que ver la expresión feliz de su rostro, para comprobar que ningún medicamento puede conseguir ese estado de ánimo tan alegre y saludable en una persona que padece demencia.

Yo no me atrevería a asegurar que el baile realmente previene el Alzheimer, pero de que lo hace más llevadero, no me cabe la menor duda.

El inicio de año es buen pretexto para cambiar ciertos hábitos y actitudes que nos afectan como cuidadores y familiares de gente con Alzheimer, y el baile sin duda es una gran alternativa para relajarnos con nuestro paciente y reducir el estrés familiar que generalmente produce una enfermedad crónico degenerativa.

Así que a bailar se ha dicho. Comencemos con un movido merengue o un cadencioso danzón. Cualquier ritmo, especialmente el preferido de nuestro familiar, nos puede conducir al paraíso por unos minutos.

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