Editorial

Sobre los Concursos y sus Ganadores – A Través de la Pluma

Sobre los Concursos y sus Ganadores

Mariel Turrent

A Través de la Pluma

 

Hace una semana, me enteré que el poeta Miguel Ángel Meza Robles —a quién me precio de tener como amigo— fue galardonado con el Premio Internacional Caribe-Isla Mujeres de Poesía 2019. Recibí la noticia con alegría pues, además de que lo aprecio, me parece que lo tiene bien merecido, pero instantáneamente, sonaron en mí las palabras que el homenajeado me dijo hace unos años cuando envié mi novela al concurso Premio Mauricio Achar Literatura Random House: “Yo no creo en los concursos”.

En aquella ocasión, yo compré su idea, tal vez para justificar que no gané, o porque al enterarme de que en dicha ocasión hubo más de quinientos participantes, me pareció imposible que el jurado calificador pudiera ser objetivo al elegir un trabajo de entre una variedad tan vasta como aquella. También porque he sido jurado en los concursos de cuento organizados por La Casa de la Cultura de Cancún y otros por el Instituto Quintanarroense de la Cultura, y sé lo difícil que resulta elegir un solo ganador.

Felicité a mi amigo y lo invitamos a platicarnos en el Taller Malix sobre su obra, y en la plática surgió un leve comentario sobre un rumor que por ahí corría de que lo habían elegido por dedazo porque entre el jurado había varios amigos suyos.

A mí no me queda duda de la calidad de su trabajo. Ni dudaría tampoco de la integridad de Nicolás Durán que con tanto esmero y trabajo mantiene viva la revista literaria y organiza este ya importante premio. Mucho menos pienso que personas como Agustín Labrada se prestarían a una acción de ese tipo. Sin embargo, ahora entiendo el porqué Miguel Ángel Meza me decía que no creía en los concursos, y yo también he dejado de creer en ellos como un galardón objetivo que designe un trabajo como único valor entre los demás. Sin embargo, me parece que el premio le llega a quien le tiene que llegar. No porque sea el único valioso entre tantos, sino porque es el que merece en ese momento recibirlo —llámese energía, regalo de la vida, o resultado de la probabilidad—. Creo en los concursos como un incentivo importante, en el que sí o sí, debemos participar.

Creo en los concursos como un incentivo que nos obliga a generar más, a ser creativos, a buscar originalidad, calidad, a superarnos a nosotros mismos. Creo en los concursos y en que no es importante ganarlos, sino participar, y tal vez, algún día, nos toque ganar.

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