Tristeza
Alegría Agosto
Pedazos de Mí
Aquí estoy arrancándole un respiro al viento. Desierta con la palidez de la tristeza y los gestos del desánimo, pido a Dios un minuto de optimismo; Esta decisión de renunciar a soñar contigo me castiga en demasía.
Quisiera decirte tanto pero quedo con la respiración entrecortada, los muslos temblorosos y los labios abiertos.
Amontono mayúsculos anhelos de llorar sin emitir sonido ¿Por qué no te quedaste?
Quizá ya no recuerdas los juramentos, ni la tierna caricia que de rodillas te pedía. Tal vez mi rostro no te agita los recuerdos, pero también callas, pues ahora no deseas nada que venga de mí.
No sé si te anularé de la razón, ni se cuando regrese la calma, pero queda la enseñanza de no embelesarme de un ser ajeno, y la lección fue dura e intensa.
No sé si aprenderé a ser menos cariñosa y sensitiva.
Ahora quiero ser sincera conmigo y expresar verdades y aunque mi corazón lo considere necesario, porque no hay situación más dolorosa que un día sin darte cuenta te deje ir lo que más amas. Sé bien que no todo aquello que comienza tiene por fuerza que permanecer por siempre y aunque deseo gritar que aún te amo paralizaré mi mente de tu evocación y buscaré otro amor como salida.
