Eduardo Vázquez, de Resistencia Católica, narró la forma en que extranjeras -chilenas y venezolanas-, operaron con estos grupos feministas en México, y cómo con señas y ataques por áreas estratégicas, lograron romper con las vallas humanas de fieles y laicos que protegían la Catedral metropolitana.
“El día de ayer nosotros fuimos a defender la Catedral ante el conocimiento de que atacarían grupos feministas. Notamos en esta ocasión que había muchas imitadoras en la forma de operar de las atacantes de recintos católicos tal como lo hicieron en Chile”, aseveró.
Sostuvo que han detectaron en días previos a estos actos vandálicos, gente de Chile y Venezuela, rondando la Catedral, “checando el sitio para armar un posible plan de ataque”.
“En la marcha del 8M, éramos alrededor de 200 personas que protegíamos el templo religiosos, pero al llegar los grupos violentos feministas, llegaron directamente a agredirnos, a rompernos las lonas y al buscar defendernos y reguardar a las señoras que estaban rezando, optamos por replegarnos; ello al notar que nos sobrepasaban a nosotros y a la policía”, amplió.
Indicó que alrededor de las 19:00 horas, al no encontrar a una de sus compañeras, una comisión de tres de sus integrantes, regresó a buscarla y se encontraba rezando, pero al notar que es estaba bajo ataque de esta multitud, llamaron a más refuerzos para conformar un cordón de seguridad al tiempo que nos pusimos a rezar, en este momento, un bloque de las feministas correteó a unos hombres que fueron a verlas, a nosotros se nos fueron encima con toda clase de objetos que nos aventaron”.
Acto seguido, sostuvo que un grupo de granaderos los encapsuló para “protegerlos” con sus escudos y evitar mayores daños; pero ellas no cedieron y continuaron aventándonos objetos, como tornillo, fierros que encontraban a su paso, bandejas metálicas, entre otros artículos, lo que ocasionó que resultaran descalabrados varios jóvenes”.
Asimismo, prosiguió, “nos aventaron ácido, gasolina. Fue ¡Una santa paliza!.
“Después llegó otro grupo que se ostentó como equipo de Marabunta -brigada adscrita a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México-, quien les dijo que “nosotros las habíamos agredido y que ellas no había sido, que les pegamos y que les aventamos cosas, situación que era obvia, porque lo que nos aventaban se los regresábamos (…)”.
Posteriormente, señaló que, a petición del personal de Marabunta, los policías procedieron a detener a nuestro buen amigo: Julio César Gómez, líder de Comités por la Vida, junto con otras 5 personas que continúan detenidos”.
Añadió que el activista mencionado, “iba llegando, ya que se había ausentado para recargar su celular, cuando se presentó de inmediato la detención arbitraria. A todos los canalizan al Ministerio Público (MP) 50, ubicado en Doctor Vértiz y Río de la Loza, en la alcaldía Cuauhtémoc, donde los inculpan de lesiones contra mujeres”.
Puntualizó que, al momento hay 15 denuncias de las supuestas afectadas aunque ninguna quiere presentar las lesiones. “Los acusan que ellos traían los objetos que aventaron, hecho que es al revés”.
En diálogo con la prensa, comentó que permanecen en dicho MP, para “conocer la situación jurídica de nuestros compañeros, porque no han podido sostener los delitos que les imputan; sólo lo han hecho en el tipificado por desorden en vía pública”.
Incluso, dijo que temen porque sean canalizados al Reclusorio Oriente, que es donde supuestamente le corresponde canalizarlos”.
Lamentó que por defender lugares sagrados, “nos culpen por cosas que no hicimos”.
El entrevistado también culpó a la jefa de Gobierno, Claudia Sheimbaum, por “criminalizarlos” y “no hacer que actúe la justicia de forma equitativa”.
“De parte de ellas, no vemos detenidas, siendo que ellas hicieron los destrozos, agredieron a las policías, e hicieron al por mayor innumerables actos ilícitos”, consideró.
Corroboran que son chilenas y venezolanas las que estuvieron detrás de atentados contra este ícono religiosos católico
“Llegó una y nos estuvo amenazando: ‘¡Ah, sí, los protegen unas mujeres, vaya hombrecitos, bola de estúpidos, ustedes deben venir acá haber sí muy machos!’, pero su acento era de extranjeras. Hemos tenidos la oportunidad de viajar y nos sonó a venezolanas y chilenas”.
Incluso, recordó cuando una de las integrantes de Resistencia Católica, días antes, se percató que ingresaron a la Catedral varias mujeres con pañuelo verde amarradas en sus mochilas, por lo que las siguió y se tropezó con ellas intencionalmente: les dijo ¡Ay, perdón, no me fije!, y tras platicar con ellas, les sacó la sopa y les refirió que eran de Chile, e incluso del hicieron referencia de que no tenían por qué guardar ninguna compostura dentro de este recinto”.
“Ya sabemos lo que pasó en Chile, al quemar una Catedral y varias Iglesias y nos preocupa la situación de que haya extranjeras, movilizando y educando a las mujeres mexicanas para hacer destrozos en la Casa de Dios”, culminó.