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Contingencia por Coronavirus impactaría en el crecimiento económico y generaría la pérdida de hasta 80,000 empleos en Yucatán

La contingencia sanitaria por la pandemia del Coronavirus ha tenido un impacto negativo sobre la economía de México. Las expectativas de crecimiento económico a nivel nacional marcan una clara tendencia a la baja, pues de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país se reducirá en un -3.9%, pero pronósticos de bancos y organismos internacionales estiman que va desde el -4% hasta -11%.

Yucatán no está ajeno a ese escenario y de acuerdo con estimaciones de los especialistas se calcula una caída de entre el 7 y el 13% del PIB estatal durante este año. Esto significaría la pérdida de hasta 80,000 empleos, de acuerdo con un reciente reporte del panorama económico estatal frente a la emergencia.

“Al igual de lo que está sucediendo en todo el mundo, la economía en Yucatán ya resiente lo que se avecina como una de las crisis económicas más pronunciadas de las últimas décadas”, reconoce Ernesto Herrera Novelo, titular de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet).

Esta crisis mundial no tiene precedente y el golpe va a ser duro, muy duro, reitera el funcionario estatal.

Uno de los sectores que más resentiría los efectos del impacto económico del Coronavirus sería el de la construcción, pues se prevé una reducción de al menos -3.2% en su aportación al PIB estatal, esto es, aproximadamente 3,200 millones de pesos.

En cuanto al empleo en este sector, datos de la delegación Yucatán de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) revelan que unos 15,000 albañiles dejaron las obras en el estado a causa de la emergencia sanitaria. A ellos hay que sumarle alrededor de 8,000 trabajadores de la construcción que regresaron del vecino estado de Quintana Roo luego de suspenderse las actividades, principalmente en desarrollos de vivienda y turísticos, por lo que se estaría hablando de 23,000 personas desempleadas.

A su vez, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Yucatán señala que esta cifra podría incrementar mucho más, considerando que el sector de la construcción genera fuentes de empleo indirectas para electricistas, plomeros, carpinteros, aluminieros, operadores de los camiones de volteo de diferentes sindicatos, entre otros, por lo que se estaría hablando de casi 60,000 empleos asociados a esta rama que se encontrarían en riesgo.

“Se toma el sector de la construcción como referencia”, explica Herrera Novelo, “ya que impacta transversalmente en toda la economía de un estado y de un país”. En la mayoría de los casos, si al sector de la construcción le va mal, a toda la economía le va mal, y viceversa, claro, esto si no hacemos nada los yucatecos para evitarlo, puntualiza el funcionario estatal.

Es por eso la importancia de impulsar un plan de reactivación económica que permita inyectar recursos a la economía del estado a través de la obra pública, toda vez que el sector de la construcción es uno de los que mayor impacto tiene en las otras ramas económicas del estado.

Esta crisis económica impactará a todos, por lo que en su solución tenemos que participar todos, añade el titular de la Sefoet.

Con esta idea, el Gobierno del Estado en conjunto con los sectores empresarial y obrero, así como con las diversas fuerzas políticas, elaboró los lineamientos del Plan de Reactivación Económica y el catálogo de obras que acompañan a la iniciativa que presentó hace unos días el Poder Ejecutivo ante el Congreso del Estado para solicitar créditos hasta por 1,728 millones de pesos, los cuales de aprobarse se destinarían a un programa de obra pública e inversión contracíclico, que generaría 30,000 nuevos empleos.

De aprobarse la propuesta, los recursos se podrán utilizar de acuerdo con el catálogo de obras consensuado, por lo que se planea ejercer en acciones de vivienda, obras públicas, construcción y modernización de hospitales, y mantenimiento de centros de salud, así como en agua potable y saneamiento: construcción y modernización de sistemas de captación, cárcamos de almacenamiento, redes de distribución, equipamiento electrónico para la medición y sistemas de tratamiento de aguas residuales.

Además, se prevé la construcción de aulas, mantenimiento y ampliación de escuelas y construcción de domos, así como la construcción y modernización de unidades deportivas.

En materia de seguridad, esta medida plantea la construcción y modernización de casetas de vigilancia y modernización de instalaciones de seguridad.

En cuanto a medio ambiente, se contempla la recuperación de playas, saneamiento de tiraderos al aire libre, construcción de rellenos sanitarios y mantenimiento y conservación de escolleras. Respecto a urbanización se pretende construir, modernizar y dar mantenimiento a carreteras; construcción de calles y ciclovías; mantenimiento de sistemas de alumbrado público en tramos carreteros; realización de obras eléctricas en unidades de producción; y mejoramiento de redes eléctricas.

En cuanto a edificios públicos se contempla la construcción y modernización de parques, centros y espacios culturales, y espacios recreativos, así como mejoramiento de espacios públicos.

En el tema turístico se pretende realizar obras de dragado y construcción y modernización de paraderos turísticos.

Asimismo, destaca la propuesta de cualquier otra obra de infraestructura que se considere de utilidad pública para la ciudadanía, y que corresponda a la definición de inversión pública productiva, en términos de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y su reglamentación, que genere empleos e impactos sociales positivos de manera directa, indirecta o derivados de la inversión.

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