Editorial

RADIOGRAFÍAS – Rubem Fonseca un escritor de lo “inculto de las ciudades”

RADIOGRAFÍAS

Rubem Fonseca un escritor de lo “inculto de las ciudades”

NORMA SALAZAR

Para entender el entorno real brasileño es preciso atender el espejo literario tan cristalino del autor Rubem Fonseca que acentuara una cruda narrativa, donde leemos el alto acrecentamiento de su expansión de marginalidad y proliferación de las favelas, asimismo no debemos extrañarnos ver en el ámbito de los medios de comunicación con gran envergadura resaltar la otra cara de la moneda difundiendo noticias y documentales de la ruda vida tanto de São Paulo como Río de Janeiro. Con éste preámbulo gentil lector, en el año 1967 Fonseca publicaría el libro, Lúcia McCartney acorde a este emblemático momento colmado de hechos tremebundos, pues, retornarían los enfrentamientos callejeros el inicio de la resistencia armada contra el régimen dictatorial. Su prosa sin tanta plétora, doma una narración franca con un naturalismo que cuenta las situaciones habituales disimiles sin excluir el lenguaje y expresión vulgar e incivil; un narrador que da voz al “inculto de las ciudades” de la literatura brasileña, su literatura es testimonio con hiel no da tregua a venias, escribe los matices sociales de Brasil. Su obra da cavidad temas de lugares con pobreza y riqueza, prostitución y drogadicción, la homosexualidad, los políticos, los delincuentes, blancos y negros, los ganadores y perdedores, los guapos y feos, en sí, un escritor que tenía focalizado la marginalidad conectada con el poder, no debemos perder de vista que ésta realidad se vive en el resto de América Latina. Un abogado penalista con estilo categórico escribiría grandes párrafos de penuria ese lado tan lúgubre del crimen aunado al sexo y violencia donde refleja lo agresivo que puede ser. No tiene tapujos para describir las verdades donde se convive con la violencia que aterroriza y amedrenta. En una entrevista, el guionista Fonseca afirmaría: “El coraje, el valor, la valentía. Para decir aquello que no puede ser dicho. Para decir lo que ninguno quiere decir” Otro punto relevante por destacar, es que, la dictadura promulgó aquel viernes 13 del año 1968; un Acto Institucional número 5 y otras acciones como el cierre del Congreso Nacional que impedía reuniones públicas y vendrían otras acciones de censura en los diarios, radio y televisión; Lúcia McCartney en la primera y segunda edición no tuvo una censura puesto que no se le prestó una contenida atención. Un Brasil donde toda ardid golpista escudriñaba las políticas de reforma del presidente João Goulart asimismo destruía todos aquellos valores proamericanos, anticomunistas y privatistas déjeme enfatizar, las elites moderadas que se habían envuelto en el golpe aplicaban el término del comunismo, no sólo para dirigirse a los militantes comunistas sino a todos los que se unían a ciertos grupos de clases. Es aquí, que el clímax está en la lucha, nuestra lectura no debe perderse los rounds de cada golpiza del protagonista; Fonseca divide una trama en dos extremos opuestos tan obvios, en primer término, las medidas adoptadas por Goulart su objetivo era darle una mejor calidad de vida a la población más vulnerable de las grandes metrópolis sin olvidar a la población del campo, terminarían en acciones populistas y demagógicas que supo aprovechar la oposición en este caso la derecha para acusar al gobierno de Goulart de nula y cómplice de la subversión y corrupción.

Así, que atrajo las ópticas de las clases sociales medias, era necesario dar fin al caos que se vivía en el país. El IPES funcionó como un eje vanguardista para las clases productivas trabajando a la par con los sectores conservadores de las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica.

Otro aspecto en su narrativa manifiesta su desapacible enfoque por la vida sus personajes deambulan adentro de la urbe y psicológicamente podemos notar sus fútiles conductas a raíz de la ciudad que los domina los devora por las pocas alternativas de la vida, no existen objetivos precisos de una buena vida. Al reflexionar los valores humanos la migración deambula en el hábitat de este territorio con ideologías, costumbres, conductas diversas y profundas que se diluyen a falta de valores éticos.

 

“En mi libreta tengo muchas direcciones, pero no telefoneé a nadie.

Existe una muchacha llamada Neyde, es bonita, inteligente.

Siento (¿o sentía?) una gran atracción física y mental por ella.

Nuestra piel combina, nuestros gustos coinciden, nuestros órganos sexuales coinciden.

Tomé el teléfono para hablarle, tres o cuatro veces, pero no llamé.

En la mesa del teléfono había una hoja de papel en la que dibujaba bolas y cuadros.

El estéreo estaba encendido, Eleanor Rigby, llovía, también llovía, bolas y cuadros

se habían convertido en Lúcia, Lúcia, l ú c, úcia, LÚCIA, etc.

No llamé a Neyde —pasado, ¿pasó? La soledad es buena (pero)

de que me vacié en una o me henchí con una mujer. Estaba solo, y no quería,

como siempre quise, una mujer cerca de mí, para gozarla física

y espiritualmente y luego echarla, ésa es la mejor parte,

echar a la mujer después y quedar solo, pensando y pensando.

Pensando en ti, es lo que estoy haciendo ahora. Eres mi Minotauro,

siento que entré en mi laberinto. Alguien será devorado. ¿Adiós?”

 

La narrativa de Rubem Fonseca siempre fue descriptiva entre los detalles de los discursos serios en ambientes sociales, históricos, económicos, religiosos, etcétera, Escritas con sus interrelaciones sin perder de vista la identidad entre cada una de ellas, es un escritor inconfundible que participó en un movimiento de transformación brutal que se originó en los años 60’s, por ende, vivió una estampida del capitalismo salvaje. Termino ávido lector su vasta obra es distintiva, cruda y directa refleja la violencia social de las grandes megalópolis con todos sus avatares habituales sin perder de vista al resto de los países de América Latina. Su gran legado literario es digno de releerse para comprender mejor nuestra posición en este siglo XXI que va comenzando con nuevos retos y posiciones. Este rol que desempeñamos será en otro futuro el espejo de nuevas literaturas.

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