RADIOGRAFÍAS
El ars poético de Viel Temperley
NORMA SALAZAR
La poética, el ars de la poética una conjetura de técnica y subjetividad. Despliega fantasía e imaginación del escritor que tiene muy abierto los poros de su inconsciente, este profundo inconsciente revisable para el estudio psicoanalítico, es la sintomatología de un paciente en el diván… punto en boca. Los pasajes del pensamiento tienen bastante que ver con las emociones, es decir, atender en lo más hondo del trasfondo teórico, todas las emociones contienen razonamientos intencionales o percepciones focalizadas a un objetivo perceptible o imaginable por el individuo acorde a su emoción. Por otro lado, la natura de las ciencias humanas intenta explicar sus acciones. “Si se trata de un lenguaje que transmite la corriente de una tensión, entonces precisa de mucha escucha y poca interpretación. Poca razón y mucha imaginación” El alma donde moramos, un lenguaje poético nos habla de la fragilidad de nuestros sensateces psíquicas, culturales y sociales. Son fuerzas impulsoras del arte poético, son aquellos conflictos que nos conducen a observar-leer-analizar-reflexionar al OTRO INDIVIDUO, su YO más quebradizo aunado a neurastenia, como lo escribe Viel Temperley, A veces me siguen
“A veces me siguen
en caballos blancos
los vientos,
los recuerdos,
las puertas de la belleza.
A veces, bajo un árbol,
he tenido donde
descansar la cabeza”
Las voces propulsoras del arte son aquellos mismos trances que trasladan a otros individuos al origen de la cabida artística innovadora, no toca resolverlo en el ámbito clínico. No debemos perder vista que la naturaleza de la obra artística es psicoanalíticamente abrupta. El psicoanálisis no puede hacer nada en el sentido de aclarar, semblante a la frustración del discurso de la ciencia, ya que no logra dar cuenta de la disparidad y complejidad de la realidad, cara a la reclamación de negar y aniquilar la discrepancia, es un decir, que se asienta al lado de la extinción y precariedad que reside en la esencia de lo humano, en su Ser. Como su memoria de alas
“Qué lindo no tener adentro nada.
Ser como lazo, o ser la puñalada.
Qué lindo ser de afuera
y no de adentro,
como el campo y los pájaros,
como el viento o el hacha.
O si no ser de canto por fuera
y por adentro hueco,
como las guitarras”
La poesía, no sólo muestras metáforas de historias que trasciende en el Ser individual sino trastoca fibras muy sensibles alojadas en los extremos más dolorosos de nuestro hábitat y ámbito social. En este andar social toca el lado más sensitivo, poniendo a nuestra óptica los sucesos más significativos de nuestro mundo contemporáneo; déjeme enfatizar, Temperley en su ars poético entra al universo donde las almas de los seres humanos son receptoras y aguardan el momento preciso para demostrar lo acontecido va transcribiendo el otro mundo de los sentimientos, deseos, anhelos, frustraciones del ser humano para lo cual se sirve de un estilo escritural único.
Su ars poético reúne las historias equivalentes, antes que en espinosas imágenes o amplios diálogos con gran destreza de economía de palabras, es aquí, cuando poéticamente entramos en el micromundo emocional o sentimental del OTRO y, por ende, muestra todas sus emociones que lo exteriorizan cabalmente. Cuando uno menos lo espera existe un humor ácido y cruel que trastoca aquella sensibilidad con autenticidad, tan suyo sin imitación alguna. Qué decir de la IRA un eudemonismo como todas las grandiosas emociones, la ira tiene un tácito cognitivo/ intencional que circunscribe estimaciones o valoraciones diversos, claramente explica y sentencia Aristóteles en su Retórica “Por lo demás, que ante los que se humillan cese la ira, es algo que hasta los perros muestran claramente, no mordiendo a quienes se sientan” Un poeta como Héctor Viel Temperley no improvisa mucho menos inventa escenarios poéticos , porque déjeme reiterar ávido lector y con ello vamos concluyendo; el sentimiento de la ira está acompañada por una gama intensa y vasta de cambios corporales y estados de sentimientos subjetivos de cierto tipo que varían en la misma persona en diferentes momentos como entre personas. Una reflexión que domina el escenario del poema, está en saber llevar las palabras poéticas al mismo tiempo el ars poético de sí mismas. Hospital Británico, Larga esquina de verano
“¿Nunca morirá la sensación de que el demonio puede servirse de los cielos,
y de las nubes y las aves, para observarme las entrañas?”