Editorial

Ayer, mi futuro – Letranías

Ayer, mi futuro

Letranías

Alan Luna

 

Escrito 4

 

“Fogón de hielo en noviembre”

 

Cascado,

Aturdido,

con la mirada inundada,

melancolía es:

voltear el pasado al frente,

el camino recorrido,

las piedras evadidas,

los barrancos,

las caídas,

cavernas que bañaron de penumbra el alma.

 

Tu piel,

horno del padre,

tu espíritu,

me envuelve en un abrazo,

me hace momia,

me aprisiona en tus misterios,

recordarte,

me protege del diablo que soy.

 

Lagartijeando,

giro el rostro,

el ayer se desvanece,

los rostros que antes fueron,

unos sí,

otros,

sombra son,

mis muertos,

en mi espalda,

su sonrisa eterna,

el impulso marcha al frente.

 

El silencio,

la bruma,

el fuego,

los gritos,

el dolor,

¡la muerte!.

 

Lo reconozco,

soy de pésimos humores,

enojo, me besas,

frustro, me besas,

entristezco, me amas.

 

¿me amas?

no lo se, me respondo.

 

Adelante, en el futuro,

urgentemente a convertirse en presente

tu foto

el Volkswagen pintado color nieve,

un rojo corazón con cuatro patas que giran sobre lomo en las serpientes de asfalto,

se fascinan, mi amado México y sus paisajes,

el nevado, mi Xinacantecatl,

nuestro volcán de hielo,

¿recuerdas?- te digo-, allá en la marquesa,

en tus brazos dejo su último suspiro,

¡Cuida a mis niños Catita!-te dijo-,

así fue, yo lo sé- tú me lo dijiste-,

así lo hiciste, yo lo sé, lo siento.

 

Suena “Por ti”,

se oye al muerto Chavez,

Gracias mi adorado Oscar.

 

“Un nuevo mundo” del muerto Retes,

Gracias mi adorado Gabriel.

 

¡Queremos rock! dice el muerto Suarez

Gracias mi adorado Hector.

 

“No me gusta perder el tiempo”

susurra en mi oído el muerto Ovalle

maestro mío, aun platico la locura con el francés Artaud,

te extraño mi querido Enrique.

 

Grita la cazuela de barro,

es hora de comer,

platillo de cocina típica mexicana,

mi favorito

¡Pancita! Al estilo Sosa Medellín

con harto amor pa´que sepa a gloria

¡Gracias!,

Infinitamente,

¡Gracias mi diosa amada Catita!,

hoy cociné para ti,

asentado,

un plato espera sentir su destello en tu mirar,

sobre la mesa del juez,

al final.

 

A todos mis muertos.

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