ESPEJOS
GUILLERMO ALMADA
Un hombre
en una esquina,
en la soledad urbana
de la noche,
en actitud de espera.
Solo la vocinglería insomne.
Se queda mirando
a un punto fijo.
Qué duda,
qué esperanza,
qué ilusión lo atraviesa?
Hay un algo en sus ojos
que me identifica,
yo también espero
ignorando el objeto.
Pasa una mujer
y mira.
Nosotros, en cambio,
solo nos reflejamos.
La noche es más oscura,
más fría,
más lejana.
Él sabe cosas
que yo sé
pero no acepto.
Yo sé que él desea
desenlaces
que no quiero.
Me alejo antes
de que amanezca,
pero él igual se queda.
Volteo y nos miramos.
Sabemos
que, en otra esquina,
en otra noche,
volveremos
a encontrarnos.