RADIOGRAFÍAS
Cineasta de lo improbable
NORMA SALAZAR
Los filmes de David Lynch son más bien
pinturas cinematográficas antes que
construcciones narrativas, lienzos vibrantes
con los trazos de estados de ánimo
y atmósferas de un action painter, con
gruesas salpicaduras de emergente dolor,
deseo, amor y temor
Greg Olson
La vasta obra de David Lynch, nos emite su particularidad creativa a través de la plástica, el cine y la fotografía medios a partir de la unión interdisciplinaria entre Visual Studies y Film Studies. En su tiempo modificó ciertas interrogantes básicas que convergieron a la construcción y al lugar visual para el cine en fases y técnicas que hicieron a la imagen artística contemporánea más esparcida con el apoyo de las tecnologías. Giro visual y Film Studies reconfiguraron los campos durante los años 90ʾs la notabilidad de la articulación entre el ascendente campo productivo del giro visual congregado bajo la provechosa pluralidad de los así nombrados estudios visuales, en aquel tiempo ya fortalecida área de los Film Studies quedaba en evidencia.
Entre los estudiosos con una obra ya reconocida para entonces en los Film Studies como Tom Conley Tom Gunning o D. N. Rodowick, indagaban sobre el espacio que pretendía cartografiar perspectivas, entretejiendo con historiadores del enfoque como Jonathan Crary, asimismo historiadores del arte como Svetlana Alpers, Thomas Crow o Keith Moxey. La producción de estos investigadores suscritos en los Film Studies entre otros de aquella época se revelaba abiertamente debates para forjar la tradición de los estudios referente al cine con ciertas investigaciones que rediseñaban y transformaban su objeto de estudio mediante una perspectiva comparativa que percibía las diversidades e interrelaciones de este grupo. Para ellos, no se trataba de recapacitar el cine en términos de la supuesta especificidad de un medio o lenguaje, todo lo contrario, en el estudio del cine de los primeros tiempos del cinematografía en relación con lo electrónico y digital, las relaciones entre el séptimo arte, visual y escritural inscribían el mundo de lo cinematográfico en ejes más extensos, y accedían diseñar un entramado mucho más complejo de un tradicional encomio por perspectivas autónomas. Para la misma época trazaron un cuadro de situación de los estudios visuales y ciertas perspectivas que abrieron el horizonte de una actividad interdisciplinaria ideada entre los Film Studies y los Visual Studies en la teoría e historia cinematográfica podía equilibrar visiblemente una aproximación semejante que reunía en tanto órdenes de identidad concreta entre el cine y la pintura. La más destacada exponente de esta tendencia fue Angela Dalle Vacche con sus estudios sobre el dominio de la pintura en el cine y una aproximación instituida en términos de representación, expuso algunos análisis de indudable precisión, aunque instaurados en el cotejo entre dos sistemas paralelos que, en todo caso, conservaban vínculo productivo.
Desde sus inicios, David Lynch en toda su trayectoria fue notable, el perfil en la producción artística del test de Lynch se desempeñó en traspasar fronteras entre las disciplinas humanísticas y las prácticas artísticas azorando a los especialistas de la materia. Inició con las artes plásticas de la Escuela de Arte de Filadelfia, sus producciones en forma de dibujos, pintura y escultura o circulando entre cotos desafiándolos por distintos medios expresivos que sirvieron para experimentar entre los medios audiovisuales, fusionando al mismo tiempo la fotografía, los medios electrónicos y la new media.
La monumental producción incorporando compendios que se extendieron a la música popular el arte sonoro desbordado en el ámbito del mundo artístico, ingresando en la publicidad y el diseño, conjuntamente participando en el más sofisticado hábitat del pop culture con usanzas, tal es el caso la serie televisiva Twin Peaks (1990-91). No es desmedido discurrir por extensión a lo lyncheano a ese extraño mundo afín con su obra, presencias inminentemente identificable en la cultura visual contemporánea, aproximarse a la obra de Lynch añadiendo la teoría y crítica cinematográfica, los recursos contribuidos por la transformación visual no implicó de ninguna condición abandonar la producción que demostró a lo largo de su alargada trayectoria. El análisis textual conectado a sus producciones, más bien, como indicó en su momento Jacques Rancière en su apreciación sobre el pictorial turn; consistió en redirigir la atención hacia el grosor y la firmeza de unas imágenes que se resistían a ser apresadas por completo en los tramas de la textualidad, reacias a ponderar sólo en sistematizaciones productoras de sentido que insistían una eficacia tan lóbrega como decisiva, en las mismas lindes de la visualidad contemporánea.
La huella que Twin Peaks ocasionó en la sociedad sigue perdurando hasta nuestros tiempos contemporáneos, difícil no olvidar a ciertos grupos de personas agrupadas entorno a una cotidianidad que jamás llega a consumar sus retos existenciales: la interpretación. El clímax en el estudio y comprensión del objeto como símbolo, así como su discrepancia en la narrativa, su contribución en la cuestión psicológica y mitológica de la obra, lo concerniente a la estructuración del contenido partiendo de dos bloques.
- Función del primer, es acercar al lector a la filmografía del director americano David Lynch, desde una perspectiva inusual, partiendo de la calidad que éste le concede al objeto.
- Además, dedicó uno de los capítulos a la ramificación social en la serie Twin Peaks con el objetivo de reasentar la importancia de la obra en el medio televisivo.
David Lynch ha partido, dejó una vasta obra con enseñanzas visuales de importantes análisis para sus lectores.
Termino ávidos lectores en palabras de uno de los grandes cineastas, guionistas como lo fue David Lynch
“No creo que la gente acepte que la vida no tiene sentido”
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