El volcán de Fuego de Guatemala, considerado por los sismólogos como uno de los más activos del mundo, se encuentra actualmente en erupción. Las autoridades del Estado centroamericano ya han evacuado a casi 300 familias pero advierten de que otras 30.000 personas de la zona, situada a unos 60 kilómetros de la capital, podrían estar en peligro.
La erupción ha comenzado durante la pasada noche y, por el momento, no se han registrado víctimas. Las autoridades han cerrado todos las centros educativos de las inmediaciones y una carretera clave que conecta a varias comunidades de la zona.
Los expertos apuntan a que el mayor peligro del volcán no es la propia erupción sino los lahares, un ‘tsunami’ de ceniza, roca, lodo y escombros que puede enterrar pueblos enteros. Con 3.763 metros de altura, la última erupción del ‘Chi’gag’ -que se traduciría del cachiquel nativo al español como «el lugar donde está el fuego»- fue en junio de 2023. Una erupción anterior, en 2018, mató a 194 personas y dejó a otras 234 desaparecidas. El volcán del Fuego solo ha estado 50 días inactivo, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Isaac García, de 43 años, residente de la localidad de El Porvenir en las faldas del volcán, tuvo esa tragedia en mente cuando él y su familia decidieron atender las advertencias de las autoridades y huir de su casa. La familia García ha acudido al refugio público abierto en San Juan Alotenango con su madre, mujer y sus tres hijos, así como otros familiares.
El flujo de material volcánico es moderado pero se espera que aumente, según ha informado la agencia de desastres de Guatemala esta madrugada. Las líneas aéreas también operan con restricciones debido que las cenizas que lanza ‘Chi’gag’ pueden alcanzar los 7.000 metros de altura, según el Insivumeh.
