Hace 20 años, Michael Jordan decidió regresar de su primer retiro como jugador de básquetbol y ponerse el uniforme, pero no para liderar a los Chicago Bulls. No, en esa ocasión tenía un partido mucho más importante que jugar: enfrentar a unos monstruos extraterrestres llamados Nerdlucks quienes buscaban secuestrar a los Looney Tunes y convertirlos en una atracción de un parque de diversiones.
Era la trama de la película de Space Jam (Space Jam: El juego de siglo, en latinoamérica), un filme de 88 minutos que Jordan protagonizó junto a Bugs Bunny, Porky, Silverster, Pato Lucas, entre otros, y que se estrenó el 15 de noviembre de 1996.
El filme fue un éxito millonario en taquilla. Quizás estaba garantizado. Era Jordan, en el momento cumbre de su carrera después de haber ganado en ese entonces cuatro títulos de la NBA con los Bulls (terminó su carrera con seis), tenía cuatro premios MVP (terminó con cinco). Y además, tenía como aliados a los Looney Tunes, una popular caricatura.
El concepto de la película surgió después de unos comerciales que realizó Nike con Michael Jordan y Bugs Bunny, donde se enfrentaban a Marvin el Marciano en un partido de básquetbol.
La película confirmó en ese entonces que Jordan era el líder de una época. Igual aparecía en comerciales o ganaba títulos en la NBA, o medallas de oro en Juegos Olímpicos, o tenía sus propias zapatillas.
